Junto al Miño, más de 100 manantiales termales siguen desaprovechados

QUINTELA DE CANEDO 3/10/2019.- Surgencias termales en el subsuelo de Quintela. José Paz
photo_camera Quintela de Canedo, tras Outariz, es una zona tremendamente sensible desde el punto de vista termal en la ciudad.
En Quintela de Canedo, los puntos con propiedades termales están insuficientemente aprovechados desde el punto de vista público y privado

"En Ourense somos pobres pisando oro". En enero de este año Benigno Moure, impulsor de Caldaria —gestora de tres balnearios— resumía así la riqueza termal en una entrevista en este periódico. Sus palabras no pueden ser más certeras y más desasosegantes. Gran parte de la ciudad se asienta sobre un gran potencial termal pero sus habitantes y las instituciones que les representan son incapaces de sacarle todo el partido. Pedro Araújo, profesor de la Facultad de Ciencias y experto en la materia, recuerda que "hay más de cien puntos con indicios de normalidad termal desde Santa Cruz de Arrabaldo hasta Seixalbo".

Uno de esos lugares de esa imaginaria diagonal es Quintela de Canedo, zona muy sensible para este tipo de afloramientos. La leyenda dice que hasta algunas huertas tienen problema para regar porque el agua sale caliente. No se ha podido confirmar, pero sí que gran cantidad de propiedades en la zona usan para diferentes fines agua procedente de manantiales con propiedades termales. En las naves y talleres de la zona lo saben bien. 

José Martínez Novoa es propietario del taller de carpintería en PVC Peyau, que se ubica al lado de la N-120, casi en las traseras del balneario de Outariz. Hace más de 30 años que tiene un pozo de unos 50 metros de profundidad del que obtiene agua a 60 grados para uso doméstico. "Una riqueza lo que hay aquí", resume. Pero también tiene sus condicionantes. Los componentes del agua a tal temperatura "está estropeando as tuberías e terei que cambialas".

Pedro Araújo, estudioso de la materia, recuerda que si el sector estuviese organizado "jugaríamos en otra división"

Quintela de Canedo tiene sus cimientos sobre un potencial termal inexplotado. "Esto debería estar más cuidado, debería tener otro aspecto, más atractivo", dice Carmen Gómez Camino, de la empresa Camino Bus, también con sede en la zona. Los cristales de un autobús que está fuera de la nave tienen huellas de las micropartículas que tiene el agua de la zona después de haber sido lavado. Allí hay un pozo que fue horadado hace unos 50 años, "pero hoy está casi sin uso", dicen en la empresa porque utilizan el agua de la traída. Antes de que llegase el suministro a la zona era habitual la construcción de pozos. 

En la salida dirección Vigo, el propietario de Toldos Ourense, José Manuel Rodríguez, recuerda que "cuando se construyeron estas naves la empresa que las hizo puso un depósito del que nos surtíamos y tenía agua caliente". Años después el tanque está aún visible, pero parece fuera de uso. Sin embargo, dos depósitos de considerables proporciones, visibles desde las inmediaciones, tienen agua a una temperatura superior a la ambiente, como se demuestra al tacto.


Para un balneario


Marco Antonio Vázquez, gerente de Cafés Las Antillas Campos, cuyo tostadero está en la zona alta de Quintela, lo tiene claro: sabe que hay agua termal en el subsuelo y si tiene una buena oferta para un proyecto balneario venderá el terreno y trasladará su empresa a otro lugar. "Hice una cata y a 60 metros tengo agua a 33 grados", indica. La prospección se la encargó a Sondeos Ourense, cuyo gerente, José Manuel Pérez Vázquez, confirma que "en muchos lugares desde O Tinteiro hasta Quintela hay sitios en los que sale agua que podría ser aprovechada para un balneario, pero se requieren los permisos legales para su aprovechamiento".

Pedro Araújo recuerda que "en algunas zonas de Ourense se llega a ganar once grados de temperatura cada cien metros de profundidad". Es más, si se profundizase a mil metros "tendríamos agua a más de cien grados", razona este experto. La riqueza es ingente, pero la utilización es mínima. 

El aprovechamiento está regulado, con las competencias en manos de la Xunta para que el sector no se desboque. Araújo recuerda que Galicia "fue la primera comunidad que legisló la ley de aguas que reguló la actividad balnearia" y en la actualidad se tramita una normativa de usos lúdicos de las aguas termales.


Desde hace un siglo


Este estudioso del sector defiende "un consorcio de explotación del acuífero", al tiempo de aconseja "ser lógicos en la ordenación del recurso". Pedro Araújo tiene claro que si el sector estuviese ordenado, la sociedad y sus instituciones tomasen conciencia de una vez por todas de la riqueza potencial "está claro que jugaríamos en otra división". Pero todo va muy lento o sencillamente no va. Un ejemplo, una anécdota: La Región publicó en el año 1922 una noticia sobre un proyecto municipal de aprovechamiento del agua de As Burgas. "Con ella se dotará a la población de un servicio del que carecen todas las ciudades españolas y de que gozaban muy pocas extranjeras", decía la noticia. Aquellas iniciativas, como las que le sucedieron hasta hoy, duermen en la habitación del olvido. 

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