Crisis demográfica

Más cotizantes que parados y pensionistas en solo 7 concellos ourensanos

El drama de la despoblación se ceba con el rural, en riesgo de ser un reducto solo para mayores

La crisis demográfica se ceba con gran parte de los concellos de la provincia, incapaces de generar una dinámica positiva que permita asentar población y no crear en el rural una especie de gueto de la tercera edad del que los jóvenes se sienten expulsados en ocasiones. Solo siete municipios de Ourense tienen mayor número de trabajadores (o cotizantes a la Seguridad Social) que de aquellos que perciben prestaciones o no cotizan, como pensionistas y desempleados. 

Así lo ponen de manifiesto los últimos datos del mes de septiembre de afiliaciones a la Seguridad Social desmenuzadas a nivel de municipios por el Instituto Galego de Estatística (IGE), una vez cruzados con los del número de demandantes de empleo por municipios que ofrece la Consellería de Economía, Emprego e Industria, más el número de pensionistas que registra la Seguridad Social.

Los únicos municipios con más gente ocupada que sin ocupar son la ciudad y las principales villas y zonas industriales provinciales. Nada raro, salvo en las diferencias precisamente entre las cabeceras comarcales, que marcan diferentes ritmos. Y es que villas como Ribadavia, Xinzo de Limia, Verín . Celanova o A Rúa ya están en cifras negativas, mientras que el resto de grandes poblaciones sigue resistiendo con mayor o menor impulso.

El mejor saldo positivo se registra, cómo no, en el núcleo más poblado, en la capital de la provincia, con 3.128 cotizantes más que pensionistas y parados. Pese a ser una cifra positiva, dista mucho de la registrada hace años. 


El tirón de la industria


Dejando de lado la ciudad, que como motor del sector servicios, tiene un dinamismo económico particular, destaca el comportamiento de los habitantes de otros municipios de la provincia. El empuje de sendos polígonos empresariales e industriales se deja notar en los habitantes de San Cibrao das Viñas o Pereiro de Aguiar, dos de los municipios con mejores cifras y menos dependientes de las prestaciones estatales. 

En San Cibrao tienen casi el doble de trabajadores que de pensionistas, mientras que en Pereiro, hay un diferencial de medio millar de personas a favor de los cotizantes, lo que demuestra una buena situación, en uno de los concellos que más habitantes ha ganado en los últimos años. 

Si hay un municipio siempre referente en temas demográficos es, sin duda, Barbadás, que cuenta con 2.100 cotizantes más que perceptores de prestaciones o desempleados. Una proporción abismal  para un municipio de apenas 11.000 habitantes, pero con más del doble de trabajadores residentes que de pensionistas.

La fuerza de ser el único municipio con más nacimientos que defunciones y uno de los más jóvenes de toda Galicia se deja notar en las estadísticas. También O Barco de Valdeorras, Allariz –con un saldo positivo de 350 personas pese a contar con poco más de 6.000 residentes– y Carballiño. 

En el lado contrario, están los municipios donde apenas hay trabajadores en activo y que se desangran poco a poco, convirtiéndose en reductos para personas de edad avanzada y en las que a los jóvenes les cuesta encontrar una oportunidad. 


La peor cara


En Vilardevós o Avión, por ejemplo, tienen apenas un tercio  de cotizantes respecto a las personas dependientes de prestaciones, casi como O Irixo, y en gran parte de la provincias, en las zonas más despoblados, apenas sostienesn a pensionistas y desempleados  apenas la mitad de trabajadores. 

Los concellos del rural que mejor comportamiento demuestran son los cercanos a la ciudad, como Coles, Amoeiro, Vilamarín....  y otros municipios sueltos donde, pese a las diferencias, se respetan más o menos las proporciones, como en Pontedeva, Taboadela, Vilar de Santos. 


Récord negativo de nacimientos: hay 11 ourensanos menos cada día


Las cifras confirman que el problema demográfico ourensano tiene difícil solución si no consigue atraer a gente de fuera. Los nacimientos alcanzaron durante los tres primeros meses de 2019 la peor cifra de cualquier trimestre desde que hay registro histórico. En enero, febrero y marzo de este año nacieron tan solo 321 niños,  poco más de un centenar cada mes. 

La comparación con el año anterior no es para nada halagüeña, cayendo en 34 el número de nacimientos (se habían registrado 355 en el primer trimestre de 2018). La cifra constrasta con la que se daba hace justo una década, cuando nacía por trimestre más de medio centenar de bebés. 

A nivel gallego, también se marcó en este trimestre la peor cifra de la historia, con tan solo 3.854 nacimientos, frente a los 4.061 que se habían registrado en el mismo periodo del año anterior. 

En el inicio de año, fue febrero el mes con más nacimientos, con 110 registrados en la provincia, seguido de marzo (109) y enero (102). 


Mil ourensanos menos


Sin embargo, y una vez contabilizadas también las defunciones (1.326), no se marca un récord negativo de saldo negativo, que sí se registró en el primer trimestre de 2018, aunque las perspectivas siguen sin ser buenas. Así, contabilizando las muertes y los nacimientos de los tres primeros meses del año en Ourense, se perdieron 1.005 habitantes, es decir, más de 11 residentes cada día. 


Aumentan los matrimonios


Lo que sí que aumenta es el número de matrimonios en ese mismo periodo, que se situó en 97, una cifra más alta que en el primer trimestre de 2018 y 2017, lo que muestra una tendencia al alza de estos enlaces. 

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