Localidades como Carballiño o Barbadás organizaron encuentros para que los menores disfrutaran mejor el Entroido
Una buena máscara. La mañana del sábado se reservó en O Carballiño para que los más pequeños elaborasen sus caretas y antifaces, a la altura de la gran ocasión.
Debido al mal tiempo con pronóstico de lluvia, el taller infantil se trasladó de la Praza Maior, ubicación inicial, a una carpa que se instaló en la Praza do Emigrante, tal y como ya habían anunciado desde el Concello de O Carballiño.
Al mediodía, ya eran muchos los niños de la villa que se acercaron a participar en la actividad, engalanados con sus disfraces. Las vestimentas recreaban a sus personajes favoritos, pero todavía faltaba el complemento estrella del conjunto, la máscara. Para ello, la imaginación se expresó en todas sus variantes, y echando mano de todo tipo de materiales de manualidades confeccionaron.
Lo mismo hicieron también los más pequeños de Barbadás que participaron en los talleres que se llamaron la Troulada para aprender a crear maquillajes excepcionales con los que sorprender y también a hacer complementos, como las castañuelas.
