Otra jornada de buenas noticias en la lucha de Ourense contra el coronavirus, que tras ver como el pasado miércoles el cambio en el criterio de recuento que estaba empleando la Xunta prácticamente triplicaba el número de curados hasta rozar el millar, comprobó como la presión hospitalaria a consecuencia de la enfermedad provocada por el virus multiplica su desplome, devolviendo a la provincia a niveles que se no se veían desde finales de marzo, cuando la curva estaba en plena fase creciente y todavía no se atisbaba el pico de la pandemia, cada vez más lejano ahora.
Según informó la gerencia del área sanitaria ourensana, la mejor noticia de la jornada fue ver como el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) se vacía de pacientes con coronavirus, pasando de 138 personas ingresadas a apenas 98, bajando así la carga una tercera parte y dando oxígeno para afrontar la anhelada fase de desescalada con una capacidad más que suficiente para atender posibles brotes de contagios. La evolución más destacada es la de los pacientes que requieren vigilancia en la UCI, al pasar de los 13 de los que informaba el Sergas el miércoles a solo 3. Mientras, 95 siguen su tratamiento en planta.
Por lo que respecta al resto de centros de la provincia, la situación no ha experimentado tanta variación, con nueve personas ingresadas en el comarcal de Valdeorras y tres en Verín, la misma cifra que permanece en Cosaga.
Menos contagiados
A diferencia de los últimos días, la propagación del coronavirus también se ha frenado, dando cuenta el área sanitaria de Ourense de solo nueve casos detectados en pruebas PCR durante la jornada del miércoles, lo que supone la cifra más baja desde el inicio de la pandemia, que ha afectado ya a 1.800 personas en la provincia.
De todos estos, 981 han conseguido superar la enfermedad, después de que se sumaran a la lista de altas 17 pacientes que han dado negativo en las pruebas realizadas tras sus contagios. Estos indicadores suponen que de nuevo los casos activos vuelvan a caer, situándose cerca de bajar de los 700.
Ourense sigue así la tónica mostrada por la mayoría de áreas sanitarias de la Comunidad, que redujo en su conjunto los enfermos a tratamiento en estos momentos, empujados por lo sucedido en A Coruña, que mira también con algo más de luz la situación y Santiago, que unen sus buenas dinámicas a Lugo, Pontevedra y Ferrol, donde el coronavirus no ha tenido efectos tan agresivos como en otros lugares. La peor evolución confirmada ayer fue la de Vigo, donde los casos activos crecieron hasta los 848, dejando a la ciudad olívica y su entorno como zona de Galicia con más contagiados a día de hoy.
Malas noticias
Tras vivir Galicia el miércoles su primera jornada desde el 17 de marzo sin ningún fallecido, la Comunidad incrementó ayer la lista de defunciones con ocho nuevos casos, situando el balance total en 555 según los datos facilitados por la Consellería de Sanidade.
De las ocho muertes notificadas ayer, tres tuvieron lugar en el CHUO, todas de mujeres, una de ellas de 55 años, una de las víctimas más jóvenes de la pandemia. Con estos casos, los fallecimientos en la provincia ascienden a un total de 115, la gran mayoría de personas relacionadas con las residencias de mayores.
Sin cambios
La situación en los geriátricos continúa estabilizada y sin cambios al alza en el número de contagios. Además, hay que destacar que continúa adelgazando el listado que cada día difunde el Sergas con los datos proporcionados por los centros residenciales, al resultar ya curados cuatro trabajadores de la residencia San José de Ourense, uno de Os Gozos y otro de Alvetus, en Avión. El cribado masivo realizado por el Sergas en los centros de la tercera edad ha permitido tener una "fotografía" real de estos equipamientos, que en la primera quincena de abril se convirtieron en un quebradero de cabeza para las autoridades al descontrolarse la situación en varias residencias.
Controles
Aunque poco a poco se van conociendo detalles sobre la "transición hacia la nueva normalidad", con avances como el que tendrá lugar mañana con la salida para pasear o hacer deporte, las distintas administraciones recuerdan que las limitaciones por el estado de alarma siguen vigentes y, ante el puente del 1 de mayo, la Guardia Civil y los cuerpos policiales prevén reforzar los dispositivos de vigilancia para blindar los municipios y evitar que se produzcan salidas a segundas residencias. La situación será similar a la de otros puentes festivos, como los que coincidieron con Semana Santa o el Día del Padre.
