Los puestos que rodean el edificio principal de la cerrada Plaza de Abastos fueron escenario en la madrugada del viernes de un nuevo enfrentamiento entre las personas que ocuparon las instalaciones como vivienda.
Varias personas se pelearon llegando a arrancar una señal viaria para golpearse. El panel fue aprovechado durante la reyerta para romper los cristales de un coche que estaba estacionado y adueñarse de lo que había en el interior. "Las peleas y los robos son continuos, y los conductores y vecinos ya temen aparcar sus vehículos en esta zona", explicó el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Plaza, Emilio González.
Los industriales aseguran estar hartos de la situación, que se vienen prolongado desde hace casi dos años sin que nadie ponga remedio.
Los placeros fueron reubicados en la zona de la Alameda, a escasa distancia, donde realizan la actividad industrial a diario. "Esta zona se está degradando y esto influye en las ventas. Además de los continuos robos, lo clientes tienen miedo y no vienen", apuntó González.
Entre los antiguos puestos se acumula basura y trastos inservibles, además de colchones y ropa. El deterioro es perfectamente visible pese al vallado que instaló la adjudicataria de la reforma de la Plaza de Abastos.
Emilio González aseguraba ayer que la empresa tienen previsto instalar el próximo lunes nuevas vallas para iniciar los trabajos de mejora y "confiemos en que se ponga punto final a los continuos saqueos y destrozos", lamentó.
