Ourense, con más violencia sexual y más delitos que la media estatal

Las dos denuncias por violación en solo tres días en la ciudad (una joven que denunció a su compañero de piso y una mujer que respondió a un anuncio de empleo como interna) constatan una tendencia de la que Ourense no es una excepción. El pasado año aumentaron las agresiones sexuales con penetración un 34,3% a nivel nacional y en la provincia se doblaron: pasaron de cinco a 10. Ahora mismo, con los datos de todas las denuncias de delitos contra la libertad e indemnidad sexual que maneja el Ministerio Interior, Ourense tiene una tasa por 100.000 habitantes (23,9) superior a la media estatal (21,5). Tocamientos en un pub, exhibicionistas en la calle, pedir fotos de partes íntimas a una menor por el móvil, acoso en el trabajo, la trata con fines de explotación sexual, violar a la pareja, forzarla a una felación, los abusos a una menor en la familia son algunos de los actos que engloba la llamada violencia sexual. En Ourense, aumentaron un 37,7% en relación a 2020 al pasar de 53 a 73 (el máximo desde 2016, últimos años con estadísticas publicadas). 19 penados A las salas de vista de la Audiencia, el órgano que juzga los delitos más penados (agresiones sexuales, violaciones o abusos a menores), llegan cada vez más casos (un promedio de dos al mes) y en la prisión de Pereiro ya hay 20 personas encarceladas por estas infracciones penales (19 con sentencia firme y uno preventivo -el que supuestamente violó a su compañera de piso en Semana Santa-). La edad media es de 42,9 años. Las personas que auxilian o atienden a las víctimas admiten sin fisuras que los casos han aumentado. ”Quiero pensar que no es que haya más agresiones sexuales sino que se denuncia más porque ahora hay más condena social”, asegura Beatriz López Varela, la asesora jurídica y directora en funciones del Centro de Información Municipal á Muller (CIMM) de la ciudad. Chicas jóvenes y mujeres, algunas víctimas de la sumisión química o de abusos sexuales en botellones, o de mediana edad acuden al centro en busca de asesoramiento, con un nexo de unión, “desorientadas, confundidas, incapaces de procesar lo ocurrido e incluso sintiéndose culpables”. Por esa razón, la jurídica del CIMM insiste en la importancia de que la primera entidad o institución que recoge su relato de ataques sexuales las reciba con empatía. “La escucha activa es fundamental para que no sufran una doble victimización”, agrega. López Varela, como especialista en Derecho, también advierte que las denuncias no reflejan fehacientemente todos los ataques que se producen. Hay muchas mujeres que no dan el paso y hay muchos casos de sumisión química con drogas que quedan diluidos en la noche porque las víctimas no recuerdan lo sucedido. Los delitos sexuales aumentan un 15% de promedio al año, asegura Luis Prieto, el sexólogo clínico y médico del centro de salud de A Carballeira, quien advierte que las víctimas de la violencia machista y sexual son cada vez son más jóvenes. En Ourense, durante el año del confinamiento 2020, el último con datos, hubo 25 víctimas de delitos contra la libertad sexual menores de 18 años (20 féminas y cinco varones). Antes de la pandemia (años 2018 y 2019, fueron 31 y 27, respectivamente. En 2010, 13, tal como se apunta en la serie anual de victimizaciones. Parte emocional Para este facultativo, la clave para erradicar este problema es la educación afectivo-sexual reglada desde Primaria tal como “sucede en Holanda”. “Debemos introducir en la sexualidad la parte emocional y no solo biológica porque el hecho de que se viole a una mujer cada cuatro horas en España es motivo de reflexión y preocupación”, valora. Un aprendizaje distorsionado -advierte-, a través del porno en internet, fomenta una masculinidad tóxica porque ofrece un mundo sin límites, con mucha fantasía machista, incluso violenta, además de mujeres hipersexualizadas”.