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Más vivienda y un impulso al comercio, claves del Casco Vello

Estado de una callejuela en la Rúa do Vilar, en el Casco Vello. (Foto: José Paz)
photo_camera Estado de una callejuela en la Rúa do Vilar, en el Casco Vello. (Foto: José Paz)
Otras ciudades apuestan por rehabilitar y acondicionar bajos para dar vida a los centros históricos

La lucha por la puesta en valor de los cascos antiguos es una lucha común a las ciudades de Galicia y España. En Ourense, comerciantes y vecinos han puesto el grito en el cielo en las últimas semanas por el ruido, el vandalismo y la progresiva despoblación y desertización comercial de la zona histórica. En seis años, el Casco Vello ourensano perdió 315 vecinos y un 5,5% de la población, siendo el área más castigada de la ciudad.

En Pontevedra apostaron por alejar el tráfico rodado –algo común a Ourense–, acompañado de dotar servicios y la rehabilitación de edificios patrimoniales; en Santiago, tienen entre ceja y ceja cambiar la fisonomía de la zona vieja, dotando aparcamientos para residentes y extendiendo el uso de fibra óptica a esta zona para evitar la gentrificación.

La recuperación del Casco Antiguo de Vigo es otro de los ejemplos, premiados a nivel urbanístico por la Bienal de Arquitectura. El Consorcio Casco Vello, creado en 2005, surgió con el objetivo de ser  motor de la  rehabilitación integral y acabar con la marginalidad y el deterioro. 

La parte alta de la zona vieja olívica se rehabilitó con proyectos arquitectónicos que respetaban las construcciones típicas, adaptándolas a nuevos usos y destinadas a viviendas sociales. 


Locales rehabilitados


Se adjudicaron mediante concurso locales rehabilitados para dar una nueva vida comercial, lo que ha supuesto un "bum" de negocios –principalmente de hostelería– en los últimos años, así como la erradicación de pintadas, que " incrementan la sensación de abandono".

Las propuestas para poner en valor las zonas más antiguas de las ciudades proliferan en muchos estudios. 

En Valencia, las propuestas realizadas pasan por plantear una "política tarifaria" que incluya la posibilidad de pagar por entrar al Casco Histórico y limitar accesos –algo así como hacer de la Ciudad Antigua un "lugar exclusivo"–, aunque ha generado dudas.

Otras ciudades, como Valladolid, Oviedo o Gijón han recuperado vitalidad gracias a unos planes especiales de la zona histórica que en Ourense siguen en barbecho.


Muchos retos por delante para hacerlo habitable


Mientras sigue habiendo edificios en rehabilitación que han conseguido dar un lavado de cara al Casco Vello ourensano, sigue habiendo infinidad de problemas . El último, la paralización de la reutilización de  casas históricas, como la antigua escuela Goretti, que sigue estancada debido a la negativa de uno de los herederos a vender su parte. Otros retos en el horizonte son el Plan de Rehabilitación de la Xunta, que establece la posibilidad de expropiaciones para adecentar los centros históricos, así como la imposición de un canon y solventar el problema del ruido.

"Es un problema heredado, como tantos otros. El tema de los ruidos es primordial, porque va en la calidad de vida de los vecinos. En poco tiempo habrá nueva ordenanza de veladores, botellón y cómo atajar ruidos. Chocan intereses de hosteleros, pero los de los vecinos  deben prevalecer", señaló el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome. 

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