El decano del Colegio de Economistas también ve que se a producido una "restricción del crédito clarísima"
Esta crisis ha obligado a repensarse muchos modos de vida y muchas prácticas en la utilización del dinero, tanto a particulares como empresas. Esa es una de las conclusiones que se desprende del análisis que hace Guillermo Díez, decano presidente del Colegio de Economistas. Por un lado sostiene que "está claro que todos hemos reflexionado con esta crisis sobre el ritmo de vida que a lo mejor estábamos llevando y que podría ser susceptible de cambiar y pensar que a lo mejor hay demasiado gasto superfluo que se puede eliminar". Por otro, percibe que "el que más y el que menos hemos cambiado el ritmo de gasto y hemos aumentado nuestro nivel de ahorro".
Guillermo Díez valora también hechos como el pesimismo "que se apoderó de todos un poco y eso nos lleva a incrementar el ahorro". Por lo tanto, la receta ha sido contención de gasto y blindar la economía familiar, "incluso los que hemos tenido la suerte de seguir trabajando hemos incrementado nuestro ahorro", si bien por el lado contrario reconoce que "en familias en las que ha habido personas en paro han tenido que echar mano de los recursos guardados".
Los datos del Banco de España recopilados por el Instituto Galego de Estatística indican que el crédito se ha desplomado desde el año 2008. El decano del Colegio de Economistas sigue percibiendo "una restricción del crédito clarísima y eso también afecta a las posibilidades que mucha gente puede tener de realizar inversiones".
Precisamente desde el punto de vista inversor, Díez ve como "un escarmiento" el abuso de determinadas inversiones, fundamentalmente ligadas a la especulación inmobiliaria. Considera que la crisis ha transformado esos vicios inversores para acercarlos a la realidad. En su opinión, "no es lógico que haya gente que quisiese tener cuantas más propiedades inmobiliarias, mejor".
