Las matronas de Atención Primaria del área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras se irán de vacaciones este verano y no serán sustituidas, según alertaron ayer en declaraciones a este diario Asunción Maus, secretaria provincial del sindicato de enfermería Satse; y Begoña Pérez, matrona del Hospital de Verín y vocal en Ourense de la Asociación Galega de Matronas. Fuentes del Sergas no desmintieron este hecho y aseguraron que “se coordinarán los permisos y la programación de las consultas, y se organizarán puntos de atención”.
En verano, la atención de las matronas de vacaciones en los centros de Atención Primaria “se derivará a otros centros u hospitales”, aseguró Maus. Por su parte, Pérez criticó que las pacientes tengan “que irse de peregrinación para que las atiendan en otros centros de salud, en el hospital o incluso acudir a Urgencias, saturando este servicio”.
Solo hay 14 matronas en Ourense
Además, esta matrona del Hospital de Verín advirtió que el déficit de matronas en invierno se está agravando en verano. “Solo hay 14 matronas de Atención Primaria en Ourense. Una cifra que otras provincias gallegas doblan o triplican. El déficit de profesionales no es excusa para que no se hagan sustituciones por vacaciones”, señaló.
Fuentes del Sergas reconocieron que “pese a no disponer de matronas en la lista de contrataciones temporales, especialmente en este periodo estival, se priorizarán las sustituciones de bajas al 100% y se mantendrá el criterio de cobertura por distritos sanitarios, siempre con una matrona de referencia”.
Este déficit de matronas está causando que otros profesionales, como los médicos de cabecera o las enfermeras no especializadas, asuman “funciones que no les corresponden”, señaló Pérez, que demandó, como vocal de la Asociación Galega de Matronas, que se ofrezcan más plazas de formación de esta especialidad “para que el problema no se perpetúe”.
Begoña Pérez lamenta que se relacione a la matronas solo con la asistencia en el parto, ya que en Atención Primaria se encargan de la salud sexual y reproductiva de las mujeres. La pubertad, la anticoncepción, la orientación familiar, la gestación, el postparto, la lactancia, los problemas de suelo pélvico, la menopausia y la prevención de los cánceres ginecológicos son solo algunas de las funciones de estas enfermeras obstétrico-ginecológicas, que deben dedicar un mínimo de seis o siete años a formarse, además de aprobar el examen EIR, que es el MIR de la enfermería. “Esta profesión es dura, pero engancha; te da muchas satisfacciones”, confesó esta matrona de Verín.
