El director del centro Nenoos y colaborador de la Escuela de Salud del Centro Médico El Carmen, participa esta tarde, a las 19,00 horas en la sede de la CEO, en la jornada "Niños: desarrollo, alimentación y educación emocional"
Mauro Santos, director del centro Nenoos y colaborador de la Escuela de Salud del Centro Médico El Carmen, participa esta tarde, a las 19,00 horas en la sede de la CEO, en la jornada "Niños: desarrollo, alimentación y educación emocional", en la que abordará las claves para enseñar a los pequeños a reconocer y expresar sus emociones, para que en el futuro sean psicológicamente sanos y con una autoestima fuerte.
¿Cuáles son las pautas a seguir para conseguir una buena formación emocional del niño?
En la charla ofreceremos una serie de consejos para favorecer un desarrollo emocional adecuado de los niños, a través de una comunicación en positivo con ellos. Es importante también reservar tiempo para poder conversar con ellos, porque la mayoría de las veces los mayores nos limitamos a hacer monólogos interrogatorios a los niños y esto impide que se abran a nosotros y nos cuenten sus preocupaciones.
¿Cuál sería la postura ideal para ganarse esa confianza?
Se trata de establecer un diálogo en el que los adultos les contemos a los niños cuáles son nuestras preocupaciones diarias para que vean a unas personas como ellos a las que se pueden abrir, y con este flujo de información podremos conseguir que los niños nos vayan contando sus preocupaciones. Los niños aprenden lo que ven, así que si nosotros queremos que traten bien a otras personas, por ejemplo, tendremos que empezar por tratar bien a nuestra pareja, a nuestro entorno.
¿Qué otros aspectos hay que cuidar en esa relación?
En primer lugar hay que entender el cerebro del niño. Mientras sean pequeños, les va a costar mucho poder acatar una orden compleja como que vaya a recoger su habitación. Según la edad que tengamos, nuestros cerebro está diseñado para responder de forma adecuada a determinadas situaciones. También es importante fijar la atención del niño, poniéndonos a su altura.
¿Qué tipo de lenguaje hay que usar con el niño?
Es uno de los aspectos en los que siempre incidimos. Apostar por el lenguaje en positivo, hablar de "haz esto", no de "no hagas aquello". La tendencia del adulto es ir siempre al "no", pero es más importante acostumbrarse a hablar con lenguaje constructivo y positivo, el denominado lenguaje de aceptación, que los niños sepan que les entendemos y les acompañamos.
¿Qué hay que decir del castigo?
Los castigos son una frustración para el niño y para el adulto. Nosotros apostamos por la consecuencia educativa, que no penaliza a ninguna de las partes sino a la conducta. Si el niño bota una pelota junto a un tejado, el adulto puede castigarle o decirle que si sigue botando tan fuerte se puede ir al tejado, y si se va finalmente, ya está el niño informado y la consecuencia es que ya no hay balón.n
