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Sigue el calor: las máximas no bajarán de los 35º en la cuenca del Miño

En una jornada de intenso calor, el termómetro subió ayer hasta los 38,5º en Leiro, la máxima gallega

El mes de julio hace justicia al verano. Al menos, en estos primeros días, en los que el termómetro no está previsto que baje de los 35 grados en las cuencas de los ríos Miño, Sil, Támega y Limia. En las zonas más altas de la provincia se mantendrá por encima de los 30, exceptuando las cumbres más altas. En la estación invernal de Manzaneda se registraron al mediodía de ayer 21,3 grados, el mismo registro que alcanzó en Xares (A Veiga).

Las previsiones de calor se cumplieron en la jornada de ayer. La ciudad registró 36,5 grados a media tarde. Más calor pasaron en el municipio de Leiro, donde se alcanzaron los 38,5 a las 16,30 horas, la temperatura más alta de la comunidad autónoma. La media de la temperatura máxima durante el mes de julio del 2019 fue de 31,4 grados, aunque el termómetro subió el día 12 del año pasado hasta los 38,6. "En xullo é normal que faga calor. Estamos en pleno verán, pero de momento aínda no podemos falar de ola de calor", apuntan en Meteogalicia, puntualizando que por las noches, aunque la temperaturas mínimas subieron en los últimos días, "fai fresco, quedamos por debaixo dos 20 graos". 

El calor llenó ayer de bañistas las riberas del cauce del Miño y la zona de Oira. También se incrementaron los bañistas en las márgenes de los embalses de Cástrelo de Miño, As Conchas (Muíños) y  Prada (A Veiga), además de las piscinas municipales.

Mientras, en el campo ourensano el calor está facilitando la cosecha de huerta, sobre todo de judías y pimientos. "Ya estamos recogiendo y hay excelente calidad", asegura José Ramón Feijóo, un productor de pimientos en Arnoia.

El altas temperaturas también favorecen a la viticultura, en un año que, según las previsiones de los cuatro consejos reguladores del vino ourensano, se presenta como bueno, con muchos racimos en las vides. 

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