OLA DE INCENCIOS, UN AÑO DESPUÉS

La mayor concienciación frente a los incendios choca con medios aún escasos

<p></p>
photo_camera Carballeda de Avia, un año después de la ola de incendios de octubre.

Las heridas provocadas por la ola de fuegos de hace un año siguen visibles, con ayudas todavía pendientes de materializarse

Hoy hace un año, Ourense vivía la jornada más negra de una feroz ola de incendios en la que se registraron en tres días más de un centenar de fuegos, que calcinaron más de 22.600 hectáreas, provocaron la muerte de un vecino de Carballeda de Avia y dañaron viviendas y otras propiedades rivadas, captaciones de agua o mobiliario público, cercando a decenas de personas en sus municipios.

Transcurridos 365 días, las heridas y cicatrices son todavía visibles, pero los alcaldes de algunos de los 30 concellos que se vieron amenazados por las llamas coinciden en que algo ha cambiado tanto en las administraciones como en la sociedad en esta batalla, lográndose una mayor concienciación ciudadana, articulándose herramientas para dotar con medios económicos tareas fundamentales como la limpieza de las franjas o instalándose cámaras de vigilancia en puntos estratégicos como medida disuasoria.

Sin embargo, las intenciones continúan chocando con la realidad que viven los concellos, especialmente los pequeños, acuciados por una escasez de medios personales y materiales para ejecutar las acciones que se plasman en la legislación.


Reflexión


"¿Hay algún municipio que tenga personal para abrir 6.000 expedientes y ejecutarlos? En muchos casos hay que ir a los juzgados, publicaciones en el Boletín Oficial de la Provincia, no hay medios", destaca el presidente de la Fegamp y alcalde de O Barco, Alfredo García, que ha materializado hace unas semanas la negociación con la Consellería de Medio Rural para sellar un convenio al que podrán adherirse los concellos para crear un sistema público de gestión de la biomasa en la franja secundaria de los montes.

"Es la primera vez que hay dinero encima de la mesa para desbrozar", destaca el alcalde de Carballeda de Avia, Luis Milia, cuyo ayuntamiento fue uno de los más afectados en la ola incendiaria de octubre de 2017, con una decena de pueblos afectados, 14 primeras viviendas destrozadas y daños en el municipio por más de cuatro millones de euros.


Remedio


Para encontrar una solución a todo esto, era imprescindible contar con ayudas, habilitándose fondos tanto por parte de la Xunta como del Gobierno central, que declaró zona catastrófica Galicia. Aunque el goteo de subvenciones ya se ha ido produciendo desde la administración autonómica, los concellos siguen pendientes de que se materialice el compromiso adquirido desde Madrid, tras aprobarse en Consejo de Ministros a finales de septiembre la liberación de 1,5 millones de los fondos de contingencia para hacer efectivas las ayudas, que deben complementar las concedidas por la Xunta.

El retraso en este procedimiento, dado que ya fue un compromiso del Ejecutivo de Mariano Rajoy que no llegó a materializarse hasta hace escasas semanas ha levantado alguna ampolla también en los concellos afectados, cuyos alcaldes recuerdan que todavía deben realizar los correspondientes expedientes administrativos para licitar y ejecutar las actuaciones correspondientes para no verse abocados a la pérdida de las subvenciones.

Son algunas de las consecuencias de un episodio que atemorizó a toda la provincia, que ha visto como este año se ha reducido considerablemente el efecto de los incendios. A día de hoy, las hectáreas calcinadas en este año apenas superan el millar.


El giro al modelo productivo del monte, "una obligación"


Los expertos en materia forestal coincidían en su análisis de la ola de incendios que asoló el sur de Galicia que era "una obligación" dar un giro al modelo productivo del monte para evitar, en la medida de lo posible, nuevas tragedias.

En esa misma línea se posicionan los alcaldes ourensanos, que ven imprescindible "sacar todo lo positivo de la desgracia vivida", como apunta el regidor de Carballeda de Avia, Luis Milia, para "no tener que depender del clima".

En esta línea, Milia tiene puestas muchas esperanzas en un plan europeo de recuperación del monte que quiere ejecutar junto a otros de los concellos afectados por la ola incendiaria, en este caso de la provincia de Pontevedra.

"Hace falta ordenar el territorio, estamos deseosos de que todo eso pueda explotarse y creemos que por primera vez hay implicación de todo el mundo", apunta el alcalde de este municipio de O Ribeiro.

Más dificultades habrá, no obstante, para recuperar el patrimonio perdido en enclaves como el parque natural del Xurés, víctima habitual de los ataques de los incendiarios. "É un dano terrible, un golpe moi grande a nivel económico", asegura el alcalde de Muíños, Plácido Álvarez, que recuerda un "factor inabarcable, como son os que prenden a mecha". 

Te puede interesar