El Colegio de Médicos de Ourense acoge hoy la cuarta edición de las Xornadas galegas de Deontoloxía e Ética Médica. Alberto Fidalgo es el presidente del comité organizador.
El Colegio de Médicos de Ourense acoge hoy la cuarta edición de las Xornadas galegas de Deontoloxía e Ética Médica. Alberto Fidalgo es el presidente del comité organizador.
¿Qué se pretende?
Básicamente darle una continuidad a la labor iniciada hace tres o cuatro años en las comisiones de deontología de los diferentes colegios médicos gallegos a la hora de poner en valor en la sociedad la ética y la deontología médica. Queremos contribuir a la mejora de las expectativas en la formación de los profesionales en deontología y ética médica en un mundo cada vez más tecnológico.
La ética y la deontología se le presuponen a un médico, ¿no?
La ética es propia del ser humano. Ahora bien, los deberes y las obligaciones de los profesionales de la medicina son especiales, es una profesión a la que se le debe exigir mucho más porque tiene la misión de cuidar la salud de la población, velar por el interés y los derechos del paciente. Eso hace que tengamos una especial normativa deontológica y una especial exigencia ética.
Estaba muy interesado en hablar del cáncer de pulmón...
Sí, hoy mismo (por ayer) se conmemoró el Día Internacional de esa enfermedad. Y los datos dicen que ocho de cada diez fallecidos fumaba; y que los chavales empiezan a hacerlo a los 13 años. Pero hay más, una de cada cuatro que mueren por cáncer de pulmón es mujer, la mortalidad supera ya al cáncer de mama. Nuestra obligación es subrayarlo.
¿Qué puede hablarse de ética y deontología que no se haya dicho ya en las tres jornadas anteriores?
De las listas de espera desde un punto de vista deontológico. La medicina es una ciencia que necesita de un saber, y tiene el riesgo que la tecnología separe al médico del paciente. Por eso es tan importante la empatía, convertir el saber del médico en un arte.
¿Nos preocupa la salud?
Nos preocupa, pero lo primero es tener claro que la salud es propia de cada uno y que la principal obligación es cuidarla. Más allá de las atenciones que todos podamos recibir.
