Los médicos de Ourense reclaman mayor atención a Medicina de Familia

Imagen del centro de salud de A Ponte, en la ciudad.
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El Colegio de Médicos de Ourense advierte de la falta de interés de los futuros residentes para ejercer Medicina de Familia

El Ministerio de Sanidad abrió ayer un segundo turno de elección de plazas para Médicos Internos Residentes (MIR) con el objetivo de cubrir los 202 puestos vacantes en la primera convocatoria. Las plazas sin adjudicar se corresponden con Medicina Familiar y Comunitaria, lo que pone de relieve la falta de interés de los futuros médicos en esta especialidad. La situación afecta especialmente a las zonas rurales de toda España, y la provincia no se libra: 14 de las 202 plazas vacantes son en el área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras.

La falta de atractivo de la especialidad no es de ahora: desde 2014, cuando quedaron vacantes más de un centenar de plazas en el país, cada nueva convocatoria es un desafío. El año pasado, la provincia logró cubrir los puestos disponibles el último día del segundo plazo de elección. Ante esta situación, cabe preguntarse qué falla en la oferta. Los médicos coinciden en señalar multitud de factores, desde el escaso prestigio de los médicos de Familia hasta las políticas poco efectivas de las administraciones. 

La sobrecarga

Pilar Garzón, presidenta del Colegio Oficial de Médicos de Ourense, da cuenta del empeoramiento de la especialidad. “Debería ser el motor de la sanidad pública, debería estar más cuidada y potenciada, y no es así”, afirma. Por otra parte, apunta la sobrecarga de los profesionales: “Si los futuros residentes escuchan a los médicos decir que están agotados, hartos de la carga burocrática y con agendas elevadísimas… es lógico que no estén motivados”. 

José Luis Jiménez, vicepresidente del Colegio, también señala la falta de prestigio: “No es una especialidad atractiva, no solo retributivamente, sino también por la poca valoración de los médicos. Deberían estar tan valorados como los mejores neurocirujanos, pero no sucede”. 

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos ya alertaba el pasado año de las “malas condiciones laborales” de todos los residentes, lo que promueve la preferencia por aquellos servicios menos saturados. 

El rural

Garzón y Jiménez aluden a los errores cometidos en la actual convocatoria. “Este año el Ministerio aumentó la oferta de plazas de Medicina Familiar en toda España, ante la petición de las consejerías, para cubrir la falta de profesionales. Esto provocó mucho más desequilibrio entre destinos, ya que se escogieron los más atractivos, que esta vez tenían más oferta. En Ourense o Lugo no hay más residentes por aumentar las plazas”, detalla la presidenta del colectivo. Para Jiménez, la falta de interés en las zonas rurales atiende a las mismas razones que en el resto de la sociedad: “La Medicina no está al margen. La gente no quiere irse a vivir al campo, es una realidad, por lo que o dejas de ofertar plazas en zonas urbanas y ofreces únicamente las de difícil cobertura en zonas rurales, o la gente no las escoge”. 

Ana Bravo, presidenta de la Academia Médico-Quirúrgica y tutora de residentes, señala las consecuencias de la dispersión geográfica en todas las especialidades. “Los residentes saben que quizás tengan que ir a cubrir guardias a zonas rurales, con el gasto de gasolina que supone. Muchos ni siquiera tienen carné de conducir o coche, y por contrato no tienes que tenerlo”, apunta. 

¿Soluciones?

La falta de relevo generacional preocupa a los profesionales, ya que en el próximo lustro se jubilarán solo en la provincia 90 facultativos de Medicina de Familia. “Está claro que es necesaria la reestructuración que la mayoría de colegios médicos pedimos desde hace años. Esta situación no se solventa con parches, hay que hacer una reestructuración seria, formal y global, en la que se tenga en cuenta a los profesionales que tenemos y las necesidades reales”, apunta Garzón, que asegura que “no es cierto” que falten profesionales en todas las especialidades. “Tienen que encontrar fórmulas imaginativas para que los residentes se vengan a zonas rurales, que les permitan rotar por zonas urbanas también…”, dice Jiménez.

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