Una joven que hoy tiene 17 años de edad se mantuvo firme en la declaración prestada ayer en la Audiencia de Ourense en el juicio en el que fue acusado Artur O.F., de 60 años, la expareja sentimental de su abuela, con la que pasaba temporadas cuando era una niña. El fiscal, al término de la vista oral, reclamó una condena total de ocho años y ocho meses de prisión por dos delitos de abusos sexuales. Añadió una orden de alejamiento de 500 metros durante cinco años y libertad vigilada tras la pena de cárcel.
Por su parte, la defensa interesó la absolución porque el inculpado negó la autoría de los hechos imputados en una vista celebrada a puerta cerrada al tratarse de una víctima vulnerable.
La acusación pública sitúa el primer delito cuando la denunciante solo tenía ocho años, en el verano de 2014, y pasaba unos días de vacaciones con su abuela paterna. Mantiene que aprovechó que la menor estaba dormida para bajarle las bragas, tocarle los genitales y mostrarle el pene. Detuvo su acción, según la niña, cuando se despertó.
El siguiente episodio lo sitúa en las navidades de 2017 cuando la supuesta víctima tenía 12 años.
A consecuencia de este proceso, la joven tuvo que recibir tratamiento psicológico. Por esta razón, la Fiscalía, además de la pena de prisión, reclamó una indemnización de 4.000 euros.
Este fue el primer juicio celebrado en la sección penal de la Audiencia desde el pasado día 24 de enero, cuando comenzó la huelga de letrados judiciales. En este caso se celebró porque la víctima era menor.
