¿Miedo? “Medo sentín en Cuba"

Arroja las palabras, como cogiendo impulso, tras media vida dedicada a su estudio, es lógica la mecánica y complicidad. “Esto foi o que me entretuvo, 11 horas diarias”, cuenta, al pasar por la vitrina iluminada del museo en el santuario de Os Milagros donde reposan sus publicaciones, las mira con servidumbre y añoranza por el tiempo encapsulado que recogen, que en cierta manera lo entretuvo confinado. Atento a la actualidad, a pesar de sus 94 años “moi adiantados”, lo que más echa de menos es su otra biblioteca, la de consulta, que quedó en Ourense, “sen eles é complicado”. Su otra gran añoranza, las grandes caminatas, y se echa mano a la cadera, compartiendo el lamento. Y la guerra ¿Miedo? La vida en comunidad de los padres paúles -9 religiosos-, le ha ayudado a sobrellevar el confinamiento y el repelús al virus. “Medo non, o malo son os que morreron”. Miedo -dice- sintió en Cuba, durante la Revolución, de la que fue expulsado. La Guerra Civil, la vivió muy joven, aunque respiró su aliento mortífero, de estudiante en Limpias, Santander, donde en el 39, reconoce haber pasado hambre. “Todo o monte era un campo de batalla, alí xogabamos recollendo as balas; no colexio había un manantial que non podiamos beber, había que desinfectalo todo; sinais evidentes da guerra”. Allí se enteró de la muerte de su padre, 15 días después del óbito: “Entón non había teléfono nin nada”. Recuerda las otras pandemias, unas por testimonios directos, otras por ser historia. “Da peste do 18 coñecín un de Puedo que a padeceu e se salvou, de 'milagro', o pai Gabriel López Rivas. “É tamén doutras fames, seino por un tío, no 1880, chegaron a comer os capullos do millo moídos, mesturados na fariña do pan”. De la Peste Negra que asoló Europa en el medievo, sabe de la existencia de un monasterio de monjas en Asadur que desapareció: “No ano 1347-1348 foi o último documento, despois non se sabe máis delas”. En Os Milagros, la congregación ha estado al margen de la pandemia, aunque el antiguo colegio, rehabilitado ahora en residencia de discapacitados, se inauguró para aislar enfermos del covid provenientes de residencias afectadas. “Nós enterabamonos polos medios da presencia”. Por suerte, superada la enfermedad, la residencia ha cesado la actividad. Es precisamente en el colegio, abierto tantos años, por el que recuerda haber visto pasar al padre y un tío de la ministra Nadia Calviño. “A nai deles era moi devota da Virxe dos Milagros”. “A incertidume é a palabra destes tempos; parella a servidume”. ¿Covid, una señal? “Pode ser, tamén, claro que si. Deus válese de moitas cousas. Pode ter máis dun sentido; o covid-19 non é precisamente un premio". La distancia social, las nuevas formas de relacionarse afectarán a los eventos multitudinarios. “A novena diste ano non sei como será, e a peregrinación do Ano Santo que vén tamén se cortou. Por Xunqueira non ten pasado ninguén iste ano”, comenta incrédulo él. Promotor del Camino de Santiago, el Mozárabe es un gotear de peregrinos siempre por estas fechas, hasta que saltó el covid. Uno de los trabajos por el que siente mayor orgullo es el “Diccionario etimolóxico da língua galega”: “Sempre tratei de averiguar o étimo, a etimoloxía”. Palabras, que lanza al aire, como quien tira un bumerán.