Más de 50 años hace que unos jóvenes deportistas posaban durante una competición que se celebraba en A Coruña. Lo que llama la atención y seguro que alguno no sabíais, es que uno de esos muchachos con el tiempo se iba a convertir en ídolo de otros muchos ourensanos, eso sí, con otro tipo de balón, pero también tocándolo con las manos (eso no lo quiso cambiar). Seguro que ya os habéis dado cuenta de que hablo del gran Miguel Ángel, el futbolista ourensano con mejor palmarés de todos los tiempos.
Sus comienzos van ligados al deporte colegial que Salesianos siempre fomentó (es mítica la rivalidad con Maristas, quizás promovida desde los colegios para darle más aliciente al juego...). Y aunque jugó inicialmente al balonmano, él se había decidido por el básket, hasta que se le cruzó el fútbol. Quienes le conocen de aquellos años me aseguran que daba igual lo que hiciera en el tema deportivo, Miguel destacaba (no tengo fotografía pero incluso llegó a jugar al hockey, por lo que me cuentan).
En la fotografía cedida por Suso Feijoo, Miguel es el segundo agachado por la izquierda. Pero aunque me falta saber el nombre de dos de los jugadores, se merecen que los recordemos.
La fotografía es de enero del 65, con lo cual, encajando datos, a mitad de temporada Miguel dejó el equipo de Salesianos para fichar por la sección de baloncesto del Club Deportivo Orense, y muy poco después ficharía por la Agrupación Deportiva Couto, donde militaba cuando en 1967 los ojeadores del Madrid le vieron defendiendo la portería en un amistoso que se jugó en Chamartín.
