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Miguel Reza, el viaje pendiente después de 50 años enseñando

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photo_camera Miguel Reza, el pasado viernes en la calle Ervedelo.

Veinte años puede que no sean nada. Al menos así lo dice el tango. Pero cerca de 50 en la enseñanza ya son palabras mayores, 35 de ellos como director en A Farixa. Es Miguel Reza.

Me va a venir bien vivir la vida". Quizá por ello Miguel Reza ha asumido con absoluta naturalidad el hecho de haber cerrado el pasado 15 de septiembre una etapa de 35 años como director del Centro Integrado de Formación Profesional de A Farixa. A esos 35 años hay que sumarle otros 10 en el de A Carballeira, donde fue profesor de matemáticas, de su especialidad, sistemas electrónicos, y posteriormente jefe de estudios. Total, casi medio siglo.

"¿Qué siento? Satisfacción, satisfacción de haber formado alumnos ourensanos. Tenga en cuenta que por mis manos han pasado 8.700, muchos de ellos son empresarios ahora. Ya le digo, me he ido con una satisfacción muy grande", relata Reza.

¿Qué se encontró cuando llegó allá por el 82 y que deja en el 17? "Me encontré un centro recién construido, con una dotación de medios muy escasa. Hoy, el de A Farixa está adaptado a las últimas tecnologías en todas las especialidades. Ya en su momento fuimos pioneros en áreas como electrónica, construcción, turismo o actividades físicas y audiovisuales", detalla.

Vivir la vida. ¿Ha empezado a hacerlo? "Pues sí, ya me he matriculado en cursos de materias que no pude abarcar hasta ahora, por ejemplo fotografía digital. Me queda pendiente viajar, es otra de mis grandes pasiones, estoy estudiando con mi mujer donde ir", subraya.

Durante muchos años se consideró a la Formación Profesional el patito feo, algo así como la salida para todos aquellos que no estudiaban una carrera. ¿Lo comparte? "Para nada, no es así. Y menos hoy. Nosotros siempre impartimos programas en función de las necesidades de las empresas, hoy día el camino más rápido hacia un puesto de trabajo inmediato es la Formación Profesional. Están también desde hace tres años los programas Erasmus, se valora mucho en el extranjero la formación de nuestros alumnos", asegura Reza.

Va más allá. "Sé de gente de nuestro centro que se quedó a trabajar allí donde hizo el programa Erasmus porque las condiciones que les ofrecían eran inmejorables. Nuestros alumnos siempre han tenido claro a qué venían, a buscar una profesión, siempre han estado muy preocupados por su formación", remarca.

Dicen que la educación anda algo pachucha, ya sabe los recortes... "Hombre, los recortes hacen daño, pero no sólo en la educación, también en la Sanidad o en la Dependencia por ejemplo. . Pero no, yo creo que no, yo veo que la gente sale bien formada de los centros educativos", recalca.

¿Qué habría hecho si no se hubiese dedicado a la enseñanza? "Nada, volvería a enseñar, es la tarea más gratificante que conozco, trasladarle a alguien tus conocimientos, ayudarle, te produce una satisfacción plena".

Un viaje muy deseado

Ahora, con 68 años, enfila un viaje más que deseado con su mujer, Blanca, también jubilada. A la satisfacción de haber enseñado durante casi 50 años se suma el buen camino escogido por sus hijos, Miguel, ingeniero, y Eva, arquitecto. 

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