La Facultad de Ciencias del campus de Ourense tiene un ambicioso objetivo con el proyecto estatal Biososinv: obtener biocombustible mediante procesos avanzados y respetuosos con el medio ambiente, aprovechando la materia prima que ofrecen algunas especies invasoras. La investigación, financiada por el Proyecto de I+D+i de 2019 y liderada por Gil Garrote y Beatriz Gullón, se prolongará hasta mayo de 2023.
Los responsables del proyecto explican las motivaciones del mismo: el grave problema energético a nivel mundial, derivado del aumento de consumo y la dependencia de los combustibles fósiles, especialmente el petróleo. Por ello, el uso de materias primas alternativas y renovables para la producción de bioetanol de segunda y tercera generación se convierte en “unha opción idónea”.
¿Cuáles son las especies utilizadas para este fin? La Acacia Dealbata, más conocida como mimosa, y la macroalga Sargassum Muticum, la alga marrón japonesa. No solo se trata de vegetales abundantes e invasivos ideales para la producción de biocombustibles, si no que en el caso de las macroalgas, podría tratarse de uno de los recursos más prometedores en la lucha contra el calentamiento global.
Según los responsables del proyecto, el carácter renovable de la biomasa contribuye a la “mitigación e adaptación ao cambio climático, especialmente se se compara esta tecnoloxía coas actividades industriais”. Además, la búsqueda de vías para mejorar la economía en sectores como el agrario o el forestal en una zona como Galicia podrían permitir la “creación e fixación de emprego no medio rural ameazado polo despoboamento” y apunta también a la importancia de “mitigar a dependencia enerxética de España do exterior”, que es actualmente de un 80%.
Otra de las ventajas que ofrecen las especies invasoras como la mimosa o las macroalgas es su bajo coste. La investigación se centra principalmente en obtener bioetanol de forma sostenible y respetuosa gracias a estas materias primas, aprovechando todos los recursos que ofrecen esta clase de procesos. Entre los principales retos del proyecto están el análisis tecno-económico de los procedimientos e investigar el ciclo de vida útil de las materias aprovechadas.
