La presa libera 309 metros cúbicos de agua por segundo cuando hace un mes la media era de 90
El cauce del río Miño anegó las termas públicas de A Chavasqueira y Muíño das Veigas. El caudal rozaba las de Outariz, ofreciendo una estampa nada habitual durante el año pasado a causa de la sequía.
Las lluvias registradas desde finales del pasado mes de diciembre provocaron que el nivel del agua que arrastraba el río a la altura de la estación de bombero de Oira subiera tres metros –en la zona hay una tabla para medir el caudal–, aunque el nivel depende de la cantidad de agua que se utiliza en la central hidroeléctrica de la presa de Velle para producir energía eléctrica.
La presa liberaba , según los datos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, una media de 309,55 metros cúbicos de agua cada segundo, llegando a cotas de 385,23 metros cúbicos segundo. La media del agua vertida por el embalse durante el pasado mes de diciembre fue de 90,32 metros cúbicos cada segundo.
Pese a la crecida en el Miño, el organismo de cuenca aún mantiene el aviso por sequía, según su presidente, Francisco Marín, que se mostró satisfecho con el agua recogida en las últimas semanas. "La escasez ya pasó, pero mantenemos el aviso porque no todos los ríos llevan el caudal del Miño. El Limia aún no recuperó el agua que debería llevar en esta época", aseguró Marín.
La presa de Velle estaba a un 68,02% de su capacidad y la de Frieira, también en el río Miño, está a un 78,6%, pero la de Barcena, en el río Sil solamente está al 39,5% de su capacidad y el agua embalsada en Salas (Muíños), es de un 32,4%, según el organismo de cuenca. Técnicos y organismos con competencias hidrográficas tienen previsto reunirse el próximo día 31 de enero para evaluar los datos de agua recogida a fecha del pasado 31 de diciembre y valorar si se mantiene el aviso por sequía. n
