Las 1.984 cintas a concurso han cuadruplicado las cifras de hace cinco años. Una elevada participación que ha sido proporcional a la calidad de los trabajos, obligando así a reformular las fases del proceso de selección

Miradas para 1.984 películas

Distintas comisiones se distribuyen el trabajo de selección de filmes en el festival. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
La comisión de visionado del OUFF, formada por una veintena de profesionales del audiovisual, periodistas y críticos de cine, se ha enfrentado a uno de los procesos de selección más largos y complicados de los dieciséis años de historia del festival.
Durante algo más de cuatro meses, se han visionado todas y cada una de las 1.984 cintas presentadas a concurso en las diferentes categorías (largometrajes, cortometrajes, documentales, animación y nuevos media), además de los ciclos temáticos (comedia, igualdad, panorama Galicia, visiones de América Latina y visiones de Europa Atlántica),de las que finalmente sólo 118 han entrado en la programación.

La participación se ha multiplicado por cuatro en los últimos cinco años, con representación de casi un centenar de países, por lo que la organización se ha visto obligada a reformular el proceso de visionado creando comisiones específicas para cada categoría. 'Al recibir tantos trabajos tuvimos que distribuirlos por categorías entre los responsables de visionado, que se encargaron, en un primer momento, de clasificar las cintas, luego eliminaron las que no tenían posiblidades de presentarse a concurso y, de las que quedaron se hicieron unas fichas con las recomendadas para que, finalmente, la comisión de programación hiciese la selección definitiva', explica el coordinador del OUFF, Antonio Pedraza.

Los responsables reconocen que la última fase es la más complicada porque además de centrarse en la calidad de los filmes, hay que combinar otros factores, como la variedad temática, la norma no escritica de que las películas sean 'fáciles de ver para el gran público' o que sean capaces de enlazar la capacidad reflexiva con el entretenimiento.

El proceso se inició a finales de febrero y se prolongó hasta principios del mes de junio con la novedad de que los encargados de su visionado eran todas personas residentes en la ciudad 'para controlar mejor todas las fases del proceso y poder celebrar reuniones periódicas', apunta Pedraza. Esta novedad también ha contribuido a potenciar uno de los objetivos del festival, que es implicar al mayor número posible de ourensanos para que esta cita anual con el cine se convierta en un evento colectivo y común de todos los ciudadanos, añade el coordinador del OUFF.

El arduo trabajo de selección se complicó este año, no sólo por la alta participación, sino también por el aumento de la calidad de los trabajos. Sin embargo, las primeras impresiones de público y crítica respecto a la programación han ratificado la labor de las comisiones. Inevitablemente, los ajustes del cartel han dejado fuera de concurso a películas de elevado nivel. Algunas de ellas, se han rescatado para programar en los ciclos temáticos paralelos. Los datos cuantitativos y cualitativos ratifican la consagración de un festival, que mueve a decenas de voluntarios durante los 365 días del año.

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