Crisis del coronavirus

La misión, en tiempos de coronavirus

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photo_camera María Luisa Cid, en Quito.
Desde el extranjero, los religiosos del Obispado de Ourense miran con preocupación el avance del coronavirus. "Aquí nos falta material para tratar a los enfermos", cuenta Carmen Rodríguez desde Camerún.

Los misioneros del Obispado de Ourense miran con preocupación el avance del coronavirus en sus países de acogida, mientras no sacan ojo de la situación que vive la provincia. El día a día de la mayoría de religiosos se ha venezuelavisto notablemente afectado, y se enfrentan a una vivencia distinta de su misión, en la que lo más importante es cuidar la salud, tanto la propia como de la comunidad, así como mantener la calma y pedirle a Dios que la epidemia remita.  

"Nosotras estamos en contacto con las familias de aquí vía telefónica, nos mandamos mensajes, mantenemos el ánimo con frases motivadoras... Nos estamos manteniendo unidos", explica María López, misionera del Divino Maestro en Lima (Perú) desde hace 15 años. En su caso, el confinamiento empezó el 7 de marzo, en el que se impuso en un toque de queda desde las cinco de la tarde hasta las seis de la mañana. "Por el momento ninguno de nuestros vecinos o amigos se ha contagiado", cuenta.

 Una situación similar vive María Luisa Cid, calasancia que reside en Quito (Ecuador), donde se encuentra confinada desde hace semanas. "Estamos las cuatro hermanas juntas, aceptando este momento que nos ha tocado vivir y llevándolo con paz y calma. La verdad, es una experiencia que nunca creí que me tocase vivir", explica. Las religiosas temen el avance de la enfermedad -"la preocupación aumenta viendo la falta de medios del país"-, pero buscan el apoyo mutuo. "Está siendo un tiempo de más oración, estamos haciendo cosas que antes, por tiempo, nunca podíamos, y yo me mantengo más en contacto que nunca con la gente que quiero y que está lejos", asegura. 

MEDIOS

_monjMuchos de los misioneros aprecian la falta de medios de sus países de acogida, y aquellos que trabajan directamente en los centros sanitarios ven la "dificultad" de la situación. "Si en países como España o Italia está faltando material... No estamos preparados, no tenemos recursos humanos suficientes tampoco", explica Carmen Rodríguez, religiosa del hospital Siervas de María en Bamenda (Camerún). Los recursos son escasos, y Rodríguez asegura que extreman las medidas preventivas: "El guardia de seguridad se ocupa de repartir las mascarillas, ver que se realizan correctamente los lavados de manos... Solo tenemos a un acompañante por enfermo, para evitar aglomeraciones", cuenta. 

 

Una situación similar vive la religiosa Manuela Suárez, que en Recife (Brasil) se encarga de una residencia de mayores. " Yo estoy bien, pero estos días nos tenemos que 'multiplicar' las tres hermanas que somos para atender a las personas", explica.

Según cuenta otro religioso en ese país, José Luis Fuentes, la población se encuentra confinada desde hace semanas, pero las declaraciones del Gobierno no ayudan a mejorar la situación. "Los pronunciamientos del presidente hacen gran daño a la nación en momento tan delicado como este", asegura. 

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El religioso Antonio Fernández, en Zambia.

En el caso de María Aurora H., misionera del Divino Maestro en Colombia, su comunidad ha sufrido la pérdida de una hermana contagiada por coronavirus. "Aquí estamos esperando la etapa más dura de la pandemia, pero con el problema de que la gente no hace caso y siguen como si nada... Nosotras continuamos con la enseñanza de forma telemática, para el trabajo con docentes y estudiantes, además de la eucaristía", asegura. 

Un rezo común

                               Los misioneros confían en que la situación mejore, y no se olvidan de los que más sufren en cada rezo. "Nós en Zambia polo momento estamos ben, sobre todo na zona rural, e o Goberno xa comezou a decretar peches, para evitar máis contaxios. O peor tócavos a vós... a resistir e aguantar, que todo pasa", comenta Antonio Fernández. "Rogamos por todos los que están sufriendo esta pandemia", apunta María Dolores Otero, desde Argentina. "Mandamos mucho cariño para la provincia", añade Santiago Prol, desde el estado de Mérida, en Venezuela. 

Ourense llama a la colaboración en la emergencia
La Delegación de Misiones de la Diócesis de Ourense invita a los ourensanos a participar en el Fondo de Emergencia impulsado por el papa Francisco a través de las Obras Misionales Pontificios (OMP) para colaborar con la Iglesia en su misión de ayudar en los territorios más desfavorecidos. Aquellos que quieran colaborar pueden ingresar sus donativos en ES03 0182 1364 3300 1003 9555 o ES25 0075 0204 9506 0006 0866, con el concepto Ayuda Coronavirus Misiones.

FOTOGRAFÍAS [1.-Santiago Prol, en Mérida (Venezuela).2.-Manuela Suárez, en Recife (Brasil).3.- El religioso Antonio Fernández, en Zambia.4.- Manuela Suárez, en Recife (Brasil).]

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