TRÁFICO

La mitad de los coches ourensanos no podrá circular por el centro en 2023

La nueva ley de cambio climático obligará a crear una zona de bajas emisiones que vetaría a uno de cada dos de los actuales

La ley que prepara el Gobierno socialista de Pedro Sánchez no solo propone prohibir la venta de coches de combustión fósil (gasolina y diésel) a partir de 2040, sino que esconde otras restricciones que afectarán de lleno a Ourense. La ciudad será una de las tres capitales gallegas que tendrá que restringir el tráfico en su centro urbano antes del 2023, según el proyecto de Ley sobre Cambio Climático y Transición Energética, lo que supone que la mitad de los turismos ourensanos actuales no podrán circular por la almendra central a partir de ese año. La normativa, que afecta a las urbes de más de 50.000 habitantes y, con más exigencias, a las de más de 100.000 (como Ourense), tendrá que estar completamente desarrollada en cinco años y supondrá un cambio total de la concepción de la movilidad urbana.

Ourense deberá tener una "zona de bajas emisiones" como año límite en 2023 en el centro de la ciudad, es decir, un área en la que solo podrían circular vehículos poco contaminantes, residentes y transporte público. Para el control de vehículos poco contaminantes se necesita un distintivo ambiental.


Problemas


El problema es que no todos los coches tienen derecho a él. En el caso de los coches de gasolina, son considerados de alta contaminación los anteriores al año 2000 –34.922 en Ourense–, mientras que en los diésel se consideran altamente contaminantes a los anteriores a 2006 –58.358 ahora en la provincia–.

En total, 93.380 turismos ourensanos de un parque total de 183. 175 (50,8%) están considerados altamente contaminantes y no podrán acceder al distintivo ambiental de la Dirección General de Tráfico.

Aunque no será de fácil implantación, en Ourense esto "non collen por sorpresa", según manifiesta el concejal de Infraestructuras, Movilidad y Medio Ambiente, José Araújo, que señala que "estamos moi avanzados e haberá cidades que teñan que empezar de cero. Nós non".

Con el plan del Móvete por Ourense, la ciudad tiene ya trazada una importante hoja de ruta, que pasa por seguir adelante con más peatonalizaciones durante los próximos años. "Neste sentido temos moito avanzado. Hai que ter en conta que xa hai anos, precisamente a finais dos 90, con outro goberno popular, fíxose peonil todo o Casco Vello. Despois, xa co bipartito, tamén se fixeron algunhas peonalizacións en pequenas rúas", recalca Araújo.

En cuanto al transporte público, los nuevos pliegos del servicio de autobús urbano, que verán la luz próximamente, ya recogen la necesidad de que la concesionaria cuente con vehículos poco contaminantes o eléctricos, en línea con la legislación. "Apostaremos tamén por crear espazos para bicicletas e para vehículos eléctricos", añade.


Antecedentes


La nueva legislación tiene como objetivo cumplir con el Acuerdo de París de 2015, reduciendo el calentamiento global por debajo de los 2°C respecto de los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitar el aumento de temperatura de 1,5°C. Para ello, se obliga a reducir en un 20% las emisiones de dióxido de carbono.


En Madrid, restricción total ya en 2019


El parque de vehículos ourensanos está muy envejecido y eso se notará con fuerza en los desplazamientos a Madrid a partir del 24 de abril de 2019. La nueva ordenanza de movilidad de la capital de España, en vigor ya desde hace unas semanas, obligará a que todos los coches y motos que accedan a la capital, incluso los que provengan de otros municipios y regiones, deberán llevar obligatoriamente os distintivos ambientales de la DGT. Así, los ourensanos con vehículos diésel matriculados antes de 2006 o coches a gasolina de antes del 2000 no podrán acceder en ningún caso a la almendra central madrileña.  Antes, el próximo 30 de noviembre, entrará en vigor el nuevo concepto "Madrid Central", por lo que en episodios de contaminación todos los vehículos  sin distintivo ambiental no podrán acceder al centro cuando se active alguna alerta de polución. El nuevo protocolo anticontaminación madrileño amenaza con dejar en la cuneta a partir ya de la próxima semana a la mitad de los vehículos que hay en la provincia, al menos en la zona Madrid Central, es decir, todo el interior de la M-30. 

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