Tras meses en los que su uso ha ido calando poco a poco, apunta a regalo estrella de Navidad
El patinete eléctrico ha llegado a las calles de Ourense, del mismo modo que irrumpió en el resto de ciudades españolas durante los últimos años. En Madrid, Barcelona o A Coruña son cada vez más los usuarios que echan mano de este método alternativo para el transporte urbano, y en la capital ourensa también se aprecia el incremento de usuarios que se mueven por con este tipo de aparatos. Por su parte, los vendedores ourensanos hablan de un aumento "considerable" de ventas a lo largo de este 2018, entre los que destacan los formatos para niños.
"Está gustando mucho porque es muy cómodo para moverse en distancias cortas, es perfecto para ir a trabajar, y además tiene un precio asequible para la mayoría de la gente ", apunta Erika Feijóo, de Bermello. Dentro de la variedad de patinetes, existe una gama infantil, especialmente diseñada para los más pequeños, y otra para adultos. Otra tienda de la ciudad que ofrece este tipo de productos señala que la opción para los niños es la que mejor aceptación tiene, "sobre todo en la época de comuniones". La propia Feijóo coincide en la valoración: "Se vende muchísimo la variedad infantil, para regalos lo que más".
Perfiles de usuario
El precio de estos aparatos oscila entre los 200 y los 300 euros y las variedades van desde los modelos con manillar, ligeros o scouters, hasta los conocidos como "hoverboards", compuestos por dos ruedas con una plataforma superior para colocar los pies. Cada modelo está impulsado por baterías de diversa potencia, que pueden aguantar sobre 20 o 30 kilómetros con una sola carga, y la velocidad máxima se sitúa alrededor de los 25 km/h. Entre los compradores mayores de edad hay diversos perfiles, según explica Feijóo: "Por un lado, tiene aceptación entre mucha gente joven, y por otro, entre el adulto contemporáneo, que aunque es un perfil de mayor edad, también se interesa por este tipo de tecnologías". En otras tiendas de la ciudad apuntan a una menor adquisición de patinetes eléctricos entre los adultos para su propio uso, ya que todavía se muestran "un poco reacios" a probar esta nueva moda entre los trasportes ecológicos urbanos.
De cara a la campaña de Navidad, los compradores esperan un notable aumento de las ventas de este tipo de productos. "Es un producto perfecto para regalo de navidad y seguramente funcionará bien en la temporada de Navidad", comparte Feijóo.
Un transporte cada vez más común en España
El patinete eléctrico se ha convertido en un modo de movilidad común en ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia , A Coruña o Zaragoza. Además del uso privado, diversas empresas de transporte también ofertan el alquiler de patinetes, y recientemente la plataforma Cabify anunció una campaña para compartir viaje en Madrid. Por el momento, Valencia, Barcelona y Madrid ya han regulado el uso de estos aparatos bajo una ley similar a la de las bicicletas. Es decir, los usuarios pueden conducirlos en carriles bici, calzadas de calles de zona 30 con prioridad para los peatones y con una velocidad máxima de 30 km/h en todos sus desplazamientos.
Los grupos políticos miran al futuro y prevén la necesidad de regularizar su uso
Hasta el momento el uso de patinete eléctrico no ha generado problemas de convivencia en el espacio público de la capital ourensana. De esta forma, la circulación de este tipo de aparatos no ha precisado de una ordenanza municipal reguladora, debido a su público minoritario. Pero las agrupaciones políticas miran hacia el futuro y preveen necesario actuar en consecuencia del previsible incremento de usuarios.
"Evidentemente teremos que regular o seu uso cando na cidade haxa máis persoas que os empreguen, porque pode ser un problema para a cidadanía, sobre todo para os peóns", señala José Ángel Vázquez Barquero, portavoz del PSOE en la ciudad. "Nós apoiamos o uso de todo tipo de transporte alternativo, e chegado o momento será necesario regular o seu uso para asegurar a prioridade do peatón", comparte Martiño Vázquez, portavoz de Ourense en Común. Las formaciones, por tanto, coinciden en desarrollar una política de transporte que sitúe al peatón en la cabeza: "Na rúa do Paseo chegarían a convivir os peóns cun coche que sae do garaxe, cun patinete que pasa ao lado, cunha bicicleta... claro que hai que intervir, senon sería un caos", apunta Barquero. No obstante, Ourense en Común defiende que "non hai que caer na excesiva regularización", ya que va "en detrimento" del uso de este tipo de transporte alternativo en la ciudad. "Si se burocratizan as alternativas sostibles, volven a tomar espazo na cidade os coches, como pasou coas bicicletas", afirma.
Por el momento, los usuarios de patinete eléctrico en la ciudad emplean aceras y suelo peatonal, mayoritariamente, para desplazarse en las calles.
