ECONOMÍA

La modernización bancaria redujo a la mitad las sucursales en diez años

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photo_camera La tranformación bancaria está suponiendo cambios en las sucursales convencionales.

El nuevo modelo prima espacios más tecnológicos, mientras la provincia se queda con 201 oficinas, frente a las 376 del 2007 

El cambio de modelo del negocio bancario convertirá las sucursales bancarias en una excepción. De hecho, las nuevas oficinas nada tienen que ver con el lugar de atención al público conocido hasta hace unos años y la forma de realizar las operaciones tampoco encuentra paralelismos. Por eso el proceso de eliminación de puntos de atención es imparable, hasta tal punto que, según el Banco de España, en la provincia quedan hoy un 53,4% de las sucursales contabilizadas en el 2007 ya que se pasó de 376 a 201 oficinas. El caso es similar en la ciudad, que tenía 124 hace diez años y hoy mantiene 67; es decir, un 54% de la red que se contabilizaba en el 2007.

El modelo que prima ahora es la digitalización. Abanca, por ejemplo, tiene ya un 49% de clientes digitales activos (con un crecimiento del 64% desde el 2014) y ha realizado una inversión de 150 millones de euros en tecnología e innovación. Sus oficinas se encaminan "a un punto de encuentro con el cliente y el servicio especializado", dice la entidad. Sus puntos de atención "son más grandes y están orientadas a la venta", disponen de 1.750 gestores especializados y también han especializado la red y el trato con el cliente.

El caso de Abanca es solo uno de los muchos del sector que han iniciado un proceso de cambio que en Caixabank definen como "imparable". Esta última entidad inauguró en marzo su sede central en la calle del Paseo, bautizada como Store Paseo. Abre de manera ininterrumpida desde las 8 de la mañana a las 6 de la tarde y atiende un mercado de 7.000 clientes con doce empleados. Carece de mesas fijas, tampoco hay teléfonos convencionales y "el objetivo es potenciar en todo momento la relación del empleado con el cliente, acompañándolos en la sucursal", dicen las mismas fuentes. Santander ha aplicado la misma filosofía a su oficina principal en la calle del Paseo.


Las comarcas


La reorganización del negocio bancario ha dado varias dentelladas a un servicio básico para el rural, que se sigue quedando sin oficinas bancarias. En los últimos diez años la comarca de Allariz-Maceda pasó de 16 sucursales a diez; en la de Baixa Limia, de 15 a 5; en la de Carballiño, de 31 a 18; en A Limia, de 25 a 13; en la de Ourense, de 153 a 83; en O Ribeiro, de 22 a 11; en Terra de Caldelas, de 8 a 5; en Terra de Celanova, de 26 a 15; en Terra de Trives, de 11 a 5; en Valdeorras, de 26 a 13 y en Viana, de 12 a 7.

Pero, además, 25 concellos de los 92 de la provincia ya no tienen oficina bancaria, lo que representa un 27,1% del total. La población del rural, con un componente de envejecimiento muy importante, está perdiendo este servicio.

Para estos casos, el presidente de la patronal bancaria, José María Roldán, acaba de proponer sucursales rotatorias y cajeros multimarca. La idea, de momento, no acaba de arrancar porque, como reconoce la propia patronal, las entidades ya habían puesto en marcha soluciones similares, sin los resultados apetecidos. Bankia, por ejemplo, que posee lo que se conoce como "ofibús" para recorrer las localidades sin oficina, está testando resultados desiguales. En los últimos días han implantado este sistema en algunas provincias andaluzas.

Pero, también los clientes de las oficinas urbanas deben hacer el tránsito hacia un modelo tecnológico que, como señalan fuentes del sector "no tiene marcha atrás". 

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