Es uno de los principales puntos de encuentro, especialmente para la juventud, que se reúne para celebrar el patrón, el día de San Martiño. Cualquier otro año, Montealegre se convierte en un hervidero de gente con ganas de pasarlo bien. Este no toca. Así se encargaron de recordarlo las autoridades sanitarias y políticas. En este 2020, obligado celebrar los magostos de forma íntima, en casa y con los convivientes. La Policía anunció un control especial en esta zona por si era necesario tomar medidas. Pero, basta un recorrido en coche por Montealegre para confirmar que amaneció desierto, con más responsabilidad que magostos.
Es el San Martiño más raro de las últimas décadas, condicionado por las restricciones del covid que, por un lado, impedirán a los residentes en la ciudad salir fuera de su comarca, y, por otro, impedirán a vecinos de otras comarcas acercarse a la urbe. Al mismo tiempo, continuará vigente la restricción de reuniones de no convivientes en 10 concellos.
Para evitar estas reuniones, la Policía Local tendrá una vigilancia especial en Montealegre y en la periferia, donde se suelen realizar magostos otros años. Las asociaciones vecinales no han convocado este año ningún tipo de celebración en este sentido, cumpliendo a rajatabla la normativa vigente.
A falta de normalidad, las ideas para seguir con la celebración no han faltado. Toca reinventarse y apostar por los magostos en casa, en familia. Así lo reivindican desde la Plaza de Abastos de la ciudad, aunque reconocen que el bajón en las ventas, mermado por la prohibición de reuniones sociales, es evidente. Otros sectores como panaderías, pastelerías e incluso nuevos modelos de negocio buscan también fórmulas para atraer al cliente y que no se pierda la tradición.
