La prisión de Pereiro de Aguiar recibió al mediodía de ayer por una agencia de transporte uno de los 205 móviles que ha liberado Instituciones Penitenciarias para que los internos, a los que se les ha privado de permisos y comunicaciones presenciales desde que se decretó el estado de alarma, puedan tener algo más de contacto con sus familiares o abogados.
Hasta el momento, la única posibilidad de comunicarse con el exterior son las dos horas a la semana que se les permite desde un teléfono fijo repartidas en un total de 15 llamada (antes eran ocho) con un máximo de ocho minutos. Estas últimas deben sufragarlas ellos mismos, salvo que los internos carezcan de recursos económicos, en cuyo caso se hace cargo la institución penitenciaria. Cada uno de ellos tiene un máximo de 10 números autorizados con los que poder comunicar. Con esta medida se evita, por ejemplo, que condenados o en prisión provisional por maltrato puedan hacer llamadas a las víctimas.
Las videollamadas que podrán realizarse a partir de ahora entre los reclusos que lo soliciten tendrán 10 minutos de duración y se realizarán en espacios en los que se garantice la intimidad y la seguridad. Estas comunicaciones solo se podrán hacer por causas concretas fijadas por la dirección del centro entre las que en el caso de Pereiro se incluirá el nacimientos de un hijo, enfermedad grave de padres o ascendientes en primera línea, enfermedad del recluso, ausencia de recursos o necesidades de satisfacer demandas que no puedan satisfacerse por otras vías.
Un funcionario vigilará que no se haga un uso inadecuado del móvil, como la toma de fotografías, exceptuando los casos en los que se haya decretado la intervención de las comunicaciones. El teléfono estará permanentemente custodiado por un funcionario responsable y cada vez que se utilice deberá ser desinfectado.
La cárcel también posibilitó la opción de videoconferencias a través de RDSI con el Colexio da Avogacía de Ourense, pero este órgano carece de esa tecnología para hacerlas posible.
Asimismo, se generalizado el uso de mascarillas, guantes y gafas antisalpicaduras entre todos los funcionarios, incluidos los del área administrativa, desde el pasado día 24 (los primeros días solo el personal de enfermería e ingresos).