Con el ejemplo de Teruel Existe en la mente, líderes del movimiento vecinal de Ourense y Lugo ha decidido unirse para tratar de presentar propuestas en la complicada batalla que ambas provincias tienen en marcha contra la despoblación de sus territorios, quizá el problema más acuciante que tienen.
Galicia Baleira es el nombre elegido por los ocho representantes que conforman la directiva de esta plataforma, representada en el caso de Ourense por miembros de la Federación Limiar, entre los que está su presidente, Manuel Mosquera, mientras que los tres restantes son de Ramirás, Carballiño y San Amaro.
"Buscamos reclamar unha defensa da Galicia interior, que nos teñan en conta", sostiene Mosquera, que este jueves tiene previsto estar en la presentación en sociedad que realizará la plataforma en la provincia vecina, con una ronda de reuniones que incluye la visita al Concello de Lugo, la Diputación y la delegación territorial de la Xunta, donde serán recibidos por los máximos responsables de cada administración. Asimismo, a falta de cerrar los últimos flecos, Galicia Baleira tiene programada una ronda de encuentros institucionales en Ourense similar, que si nada se tuerce será la próxima semana.
Además del "efecto Teruel Existe", acontecimientos como el cierre del servicio de partos del hospital de Verín les ha animado a dar este paso para tratar de influir en las políticas de todas las formaciones en materia de reto demográfico, máxime cuando en unos meses habrá una cita con las urnas a nivel autonómico.
Objetivos
Con todo, a diferencia del movimiento turolense, desde la plataforma ourensana-lucense no piensan, por el momento, en dar el salto al terreno político. "Queremos loitar por unha discriminación positiva para as provincias do interior, é o que buscamos", sostiene Manuel Mosquera.
El presidente de la Federación Limiar cita algunos de los objetivos que quieren conseguir, como garantizar una lucha por la permanencia de los cuarteles de la Guardia Civil o que se tracen planes para que los mayores no estén solos en sus pueblos.
Asimismo, otra de las ideas que pondrán sobre la mesa es la de contar en las localidades con pocos habitantes con "unha especie de guardián", que recorra esas aldeas al menos una vez al día para atender las peticiones de los vecinos y transmitirles seguridad y confianza.
