Ismael mide 1,20 metros y tiene ocho años. No llega a la altura ideal para su edad, pero por pocos centímetros.
La situación de Ismael era bien diferente hace tres años: "Antes do tratamento non pasaba dos 92 centímetros. Con cinco anos pesaba oito kilos", explica su madre, Rocío Cabanelas.
Cuando al niño le detectaron un déficit en la hormona de crecimiento, esta vecina de Bentraces empezó una lucha que llegó hasta la Casa Real. "Os médicos dixeron que non íamos conseguir o tratamento. A Ismael íbanlle saír globos canceríxenos na sangue. Cando dixéronme iso, movín ceo e terra", recuerda la madre del pequeño.
La lucha empezó recogiendo firmas en las fiestas de los pueblos. "Perdín 11 kilos, non dormía, acababa unha verbena e marchaba a outra", cuenta. El objetivo de Rocío era juntar esas firmas y llevarlas al Congreso de los Diputados o al Defensor del Pueblo: "Para que lle concedesen o tratamento a meu fillo e a todos os nenos de Galicia co mesmo problema".
A la par, movió el caso de Ismael en Change.org. "Nun mes so tiña 100 firmas, debían ser os meus amigos de Facebook", se ríe ahora esta joven. La asociación Pro Sanidade Digna tuvo mucho que ver en la repercusión que pronto adquirió el caso. "Déronnos o teléfono deles nunha festa á que foi miña nai para xuntar firmas. 'Axudaránvos', dixéronlle". Rocío llamó en un intento más por curar a su pequeño, y la historia dio un giro importante. La reina Letizia se interesó por Ismael. Las firmas en Change.org pasaban de 40.000.
"Cando me enterei pola tele de que os reis viñan inaugurar un curso escolar a Ourense chamei á Casa Real", relata Rocío. Al día siguiente tenía el correo electrónico de la reina, a la que envió la ficha médica del pequeño y el tratamiento que necesitaba.
EL ENCUENTRO CON LA REINA
A las puertas del colegio Ben-Cho-Shey, en septiembre de 2014, se produjo el encuentro entre su Majestad e Ismael:
-¿Eso es para mí?, preguntó doña Letizia cuando el pequeño se acercó con una carta en la mano.
-No, es para la reina, le respondió Ismael.
-Soy la reina, se rió su Majestad.
-Mentira, tú no llevas corona, terminó por contestarle el niño.
La conversación más inocente restó importancia a todo lo que sucedía alrededor. Entre el despliegue de Guardia Civil, Guardia Real, autoridades, medios y personal del colegio, el mundo se paró para Rocío e Ismael. En ese momento, esta madre supo que la lucha estaba más cerca de fructificar. "Despois de 10 días, chamáronnos de Santiago. O tratamento estaba aprobado", explica ahora, orgullosa.
Los cambios son evidentes. "Ismael comparábase con outros nenos. Era un martirio, só se preguntaba por que non querían xogar con él. Agora non hai quen o pare", se alegra Rocío.
En Internet, donde empezó la pelea para que Ismael recibiese tratamiento, todavía hay actividad. Esta vez, en forma de agradecimiento. "No Facebook 'Ayuda a Ismael' vou subindo fotos do neno, de cómo evoluciona e todo o que medrou dende que lle concederon o tratamento", cuenta Rocío.
Las gracias a doña Letizia van en forma de felicitación de cumpleaños. "Todos os anos lle envía unha carta e sabemos que a recibe", cuenta esta ourensana.
Rocío habla con cariño de los reyes y espera que Ismael vuelva a encontrarse con ellos: "Foron moi humanos e sencillos con nós".
