ACCIDENTE - ANIMALES

Muere el corzo atropellado por un vehículo en A Ponte

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photo_camera Un motorista observa el corzo atropellado en la avenida de Santiago.

La Consellería  de Medio Ambiente indicó que el animal sufrió "esiones muy importantes e irreversibles"

El corzo atropellado en la tarde del martes a la altura del número 20 de avenida de Santiago, frente a la plaza de La Marina, moría ayer tras "sufrir lesiones muy importantes e irreversibles", según señalaban desde la Consellería de Medio Ambiente.

El animal "llegó hasta la avenida de Santiago desde la calle Río Covas y se lo llevó por delante una furgoneta, el choque fue muy fuerte y yo salí del bar pensando que era una persona, hasta que me acerqué y vi que era un corzo", explicaba ayer Carmen Rodríguez López, dueña del establecimiento Despensa Galega. "La gente se agolpaba en torno a él hasta que vino el veterinario y se avisó al Seprona; el animal venía totalmente desorientado, yo creo que de O Peliquín o por ahí", añadía.

Benito Seguín, del establecimiento veterinario Natureza, que se ocupó en primera instancia de atender al animal, señaló que "le pusimos una inyección para sedarlo porque tenía unos tres años y cuernos desarrollados, no hacía más que mover la cabeza y podía hacerse daño". Añade que "ya no movía el tren trasero, así que creo que tenía rota la columna por el choque; estaba muy nervioso por el golpe y el entorno extraño". El animal fue trasladado al Centro de Rehabilitación de O Rodicio, donde no se pudo hacer nada por él.

Según Xosé Santos, de la asociación Amigos da Terra, "no es habitual encontrar corzos en las calles de una ciudad", pero al mismo tiempo señala que "es cierto que cada día la fauna se acerca más a los cascos urbanos". Por otra parte, Santos añade que "ahora hay más población de este animal que hace años, yo he podido verlos en Alongos; la verdad es que es más fácil encontrarlos en Toén o Taboadela que en su hábitat natural, la alta montaña".

Durante la jornada de ayer, vecinos y comerciantes comentaban la noticia, extrañados de que "pueda haber llegado un corzo hasta aquí. En la zona de Sobral sí, pero aquí en la ciudad...", señalaba al mediodía de ayer Lourdes, de la floristería Bonsai, donde un grupo de vecinas comentaba el suceso.

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