El hombre acudió por la tarde a una cafetería que solía frecuentar en Amoeiro, a unos diez minutos a pie de Cornoces, donde se ubica el centro asistencial, y no regresó para la cena
Antonio Sanmiguel, interno del centro para personas con discapacidades psíquicas en Amoeiro, apareció muerto ayer por la mañana en el interior de un pozo en el lugar de Codeseda, a unos centenares de metros de la residencia. Fue el director del centro quien presentó denuncia ante la Guardia Civil en el cuartel de Tamallancos después de que el hombre, de unos cincuenta años de edad, faltara a la cena del jueves.
La residencia Santa Catalina acoge a personas con discapacidades psíquicas medias y los internos -medio centenar- disfrutan de régimen abierto. Al parecer, el hombre acudió por la tarde a una cafetería que solía frecuentar en Amoeiro, a unos diez minutos a pie de Cornoces, donde se ubica el centro asistencial. No regresó para la cena, que empieza a las 20,30. Después de que el personal del centro advirtiera la ausencia, el director encabezó una búsqueda por las instalaciones y los espacios exteriores de la residencia. Luego, sobre las diez de la noche, decidió presentar la denuncia.
A las nueve de la mañana, agentes de la Guardia Civil y de Protección Civil de Amoeiro iniciaron la búsqueda por las inmediaciones junto a personal del centro, entre ellos, el director, para que en caso de encontrar al hombre éste pudiese reconocer a alguno de sus cuidadores. Después de algo más de una hora fue el director quien encontró al hombre, ya sin vida, en el interior de un pozo en una finca de Codeseda.
Según fuentes que participaron en el dispositivo de búsqueda, el hombre habría muerto como consecuencia de una caída accidental al pozo durante la noche.
Antonio Sanmiguel, oriundo de Barral (Castrelo de Miño), ingresó en la residencia cuando sus padres murieron.
