La viuda del fallecido en un atropello en 2015 en A Ponte no quiso ver al conductor durante el juicio
"Le perdono. Es un conductor aún muy joven, pero quiero que sepa que el coche es un arma de fuego con la que se puede hacer mucho daño. Que tenga esto presente toda su vida". Con esta recomendación finalizó ayer María Luisa G.D., la esposa del José B.L., de 69 años, fallecido el 27 de noviembre del 2015 tras ser atropellado por un coche en el barrio ourensano de A Ponte, su declaración en la vista contra el conductor, Manuel F.L., de 22 años, en el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense.
La fiscal acusa al automovilista de un homicidio imprudente, por el que solicita dos años de prisión y la prohibición de conducir durante otros dos años y medio. Pero la petición de esta pena no le importó mucho a la viuda, que declaró tras una mampara para evitar ver al conductor. La mujer, nada más acomodarse en la sala, y recordar el atropello ante las preguntas del fiscal y la propia jueza, comenzó a llorar. Su llanto hizo mella en el conductor acusado, que también se derrumbó, sollozando desconsoladamente.
Pasados unos minutos, María Luisa recordó durante su declaración que estaba sentada junto a su marido esperando el autobús para trasladarse al CHUO. "El coche venía eléctrico. Iba contra otros señores, pero dio un volantazo y nos alcanzó a nosotros", apuntó la viuda -entonces resultó herida en una pierna-, añadiendo que "le perdono. Cuando ya quité el carné, el monitor me dijo que el coche era un arma de fuego. Ahora se lo digo a él, que tenga presente esto el resto de su vida", añadió.
El atropello se produjo en la intersección de las calles Eulogio Gómez Franqueira y Xesús Pousa, junto a la máquina del tren. El acusado, Manuel F.L. acababa de sacar el carné de conducir, algo que, según declaró ayer, le costó obtener. "Fui tres veces a examen", dijo, puntualizando que no se le daba bien el manejo de forma conjunta de los pedales de embrague, acelerador y freno. Recordó que lo primero que hizo tras el atropello fue apagar el motor y auxiliar a la víctima. El joven no se explica como se le fue el coche y argumentó que cuando vio a los dos atropellados, ya estaban debajo de su vehículo.
Por la sala del Juzgado de lo Penal 1 pasaron los tres policías locales que auxiliaron a las víctimas y conductor, además de confeccionar el atestado. Los agentes coincidieron en la falta del experiencia del conductor. Dos de ellos, aseguraron que el acusado les había dicho (consta en el atestado) que recibió una llamada al móvil y al atenderla se despistó y se fue el coche. No quedó acreditado si recibió o no la llamada al quedarse el móvil durante el atropello sin batería.
Dos testigos aseguraron en el momento del atropello que el conductor iba a mucha velocidad e incluso apuntaron la posibilidad de que había iniciado la marcha estando aún el semáforo en rojo. Ayer, ante preguntas de la fiscalía y la abogada del conductor cayeron en contracciones y no precisaron cómo circulaba el vehículo.