25N

Mujeres de bronce de Ourense que plantan cara al maltrato en este 25N

En el Día internacional por la eliminación de la violencia contra la mujer, cientos de mujeres caminaron hasta la Praza Maior de Ourense para recordar que el machismo existe

Centros educativos, el Concello, organizaciones feministas, partidos políticos, sindicatos, entre otros colectivos, salieron a las calles de la ciudad u organizaron actos institucionales para exhibir su rechazo público a la violencia contra la mujer en el día especialmente reservado en el calendario para recordar a las víctimas y demandar una sociedad más igualitaria. El 25N tiene su germen en el asesinato de las hermanas Mirabal, tres hermanas dominicanas y activistas políticas durante el régimen de Leónidas Trujillo, una de las peores dictaduras de Latinoamérica.

El mensaje más repetido puso el foco en que la violencia de género es un problema que afecta la sociedad en su integridad, y requiere soluciones transversales para la consecución de una sociedad igualitaria y libre de sesgos machistas. El acto más concurrido fue la manifestación organizada por mujeres, las de la Marcha Mundial das Mulleres de Ourense, un acto que arrancó desde la escultura de la Castañeira, de Xosé Cid, frente al Parque de San Lázaro. Horas antes, el PP escogió la Leiteira, de Ramón Conde, en la calle Paseo para leer su manifiesto. Dos estatuas de duro bronce como las cientos de mujeres aguerridas que tomaron las calles hasta la Praza Maior para condenar la violencia machista y exigir a las Administraciones más implicación para luchar contra esta lacra que, en lo que va de 2022, acabó con la vida de 38 mujeres en España, asesinadas por sus parejas o exparejas. Un total de 1.171 desde 2003. Cifras inasumibles en una sociedad democrática.

Nerea Añel

En Ourense, la última víctima mortal data de enero de 2020: la joven de 27 años Nerea Añel (había una pancarta en la manifestacion vespertina alusiva a ella). Su expareja, Julio G.S., investigado por homicidio en el Juzgado de Violencia contra la Mujer de Ourense, está pendiente de juicio.

Las organizadoras, con una pancarta que rezaba “contra os axentes agresores, feminismos sanadores”, alzaron su voz contra las violencias de todo tipo. Las mujeres siguen sufriendo en este siglo violencia física, psicológica, sexual, económica o coacciones en su vida privada y pública. En el manifiesto, aludieron a la falta de recursos para atender y acompañar a las mujeres, la división sexual del trabajo, el abuso de poder y la violencia institucional. 

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