Empresa

Las mujeres piden su espacio en el sector vitivinícola

Las dueñas de tres bodegas de la provincia de Ourense explicaron su propia experiencia

Las mujeres tomaron el protagonismo ayer en la II Semana Vitivinícola, que se desarrolla estos días en Ourense, organizada por la Estación Vitivinícola y Enolóxica de Galicia (Evega) en colaboración con la Diputación provincial. Las tres coincidieron en dos cosas: todas ellas se iniciaron en la viña "desde niñas" y tienen claro que  "el mundo del vino ha sido tradicionalmente de hombres".

Según explicó Ángeles Montero, de la bodega Val do Deva, del Ribeiro, "se sigue creyendo que los vinos elaborados por una mujer son peores que los que puede ofrecer un hombre", y eso a pesar de que, en su caso, "desde los 12 años llevo entre viñas, diferenciando los olores, los sabores".

Señaló como especialmente importante esta discriminación de sexos "cuando se trata de ventas". Por ello, admite que "yo siempre pongo por delante mi producto". Esa discriminación la ejemplificó con una experiencia personal: "Yo empecé trabajando por detrás de mi padre y ahí me sentía cómoda, pero cuando falleció hace cuatro años tuve que hacerme cargo, y ahí se produjo un bajón en las ventas".

Un descenso de facturación que sólo se recuperó "cuando aposté por la venta online y los comerciales". En la actualidad, su bodega ha recuperado el terreno perdido y vende una media de 10.000 botellas anuales.

Duvi González regenta la bodega Dona Elisa, también en O Ribeiro, y no lo duda: "Aunque es cierto que sigue siendo un mundo de hombres, las mujeres empezamos a dar guerra". Su propuesta empresarial, que arrancó hace cinco años, "es una empresa familiar, que puse en marcha con mi marido y mis dos hijos; se trata de una bodega de colleiteiro".

Como su compañera Ángeles Montero, entiende que "la mayor diferencia se da en el aspecto comercial" y avanza, por otra parte, que "la mujer aporta creatividad y sensibilidad; además, somos más perfeccionistas y eso se nota en el producto".

Creatividad como la que ha incorporado Xiana Domínguez a la bodega Chao do Couso de Trives desde que su padre dejó en sus manos las riendas del negocio hace ocho años. "Al principio me venía  todo grande, pero tuve la ayuda de nuestro enólogo de toda la vida, Luis Buitrón, y he creado mi propio mencía joven, ‘Xiana’, además de cambiar la imagen de nuestro vino de referencia, Alcouce". Una apuesta por la modernidad, y con nombre de mujer.

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