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Los nacidos en el extranjero superan ya el 10% del censo ourensano

La llegada de inmigrantes ha excedido todas las previsiones y se ha duplicado en dos décadas

La población nacida fuera de España sigue ganando peso en la provincia de Ourense y supera incluso las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística. La revisión de los padrones municipales de 2018 sitúa en un 11% ya la población nacida en otro país y residente en la provincia, el porcentaje más alto de la historia.

Estas cifras superan incluso las predicciones actualizadas en 2017 por el INE, y que para el pasado año preveían 33.577 vecinos nacidos en el extranjero, una cifra que, finalmente, a cierre de datos del padrón, se ha quedado en 33.745,  es decir, 178 más. 


Llegada necesaria


Los expertos apuntan a la llegada de extranjeros o nacidos en el exterior para poder frenar la sangría demográfica ourensana, y las cifras acreditan que el fuerte aumento de venezolanos y cubanos especialmente ha provocado una aceleración que permite albergar esperanzas de que la sangría demográfica pueda tener solución. 

De los 309.293 vecinos que recoge el padrón como residentes en la provincia de Ourense en 2018,  ya más de uno de cada 10 han nacido fuera de las fronteras españolas. 

Echando la vista atrás, la importancia de este colectivo queda más que patente. De hecho, hace 20 años, eran apenas la mitad. Así, en 1998 tan solo el 5,7% de la población ourensana había nacido en el extranjero, es decir, 19.863 de los 344.170 que entonces estaban empadronados en la provincia.

A todo esto, es necesario puntualizar que estas cifras son registros oficiales, es decir, no recogen a aquellas personas que no se dan de alta en el padrón municipal, algo que sucede en el caso de recién llegados o algunas personas en situación irregular. 

Otro de los análisis en los que se aprecian las fuertes diferencias es en la desagregación por municipios. En este caso, la palma se la llevan los municipios de Avión y Beariz –ambos con un 25% de problación nacida en el exterior–, por la fuerte pujando de la emigración mexicana, seguidos de Entrimo (20,2%), Carballeda de Valdeorras (20,1%) y Oímbra (19,2%).  A Mezquita, Carbaliño, Verín, y Padrenda completan el "top ten" de los municipios con un índice por encima del 15% de residentes provenientes del extranjero.


Los que menos


En el lado contrario de la balanza, los que más población autóctona tienen y que apenas tienen presencia en el día a día de personas que han nacido en otro país. Es el caso del concello de San Xoán de Río, con apenas un 1,2% de extranjeros (tan solo 7 personas), seguido de Parada de Sil (2,66%) y Manzaneda (2,7%). También en esta lista están Vilariño de Conso y Chandrexa de Queixa (3,4% en ambos concellos ).


Testimonios


Anselmo Fernández: "Fueron a buscarme, estaba allá solo"Anselmo Fernández

Anselmo Fernández acaba de llegar de Venezuela. Ourensano de nacimiento, de Pontedeva, se marchó con apenas cinco años a Venezuela, en concreto a la ciudad de Barquisimeto, y no volvió nunca hasta hace apenas dos meses. "Todavía no he ido ni a mi casa familiar, fui al Concello a buscar mi partida de nacimiento, y aún la tenían",  cuenta con ilusión por comenzar una nueva vida en la tierra que le vio nacer. 

Allá era músico, "baterista" (sic), y tenía una academia donde formaba a 200 jóvenes, pero la tuvo que cerrar en 2017 porque "ya no iba nadie". 

Ahora llega a Ourense con 67 años y con esperanzas de poder reengancharse al mundo musical. "Aquí hay muchos grupos y orquestas y estoy haciendo contactos esperando a que puede haber una oportunidad", relata Fernández.  Y añade: "Lo único que quiero es tocar, soy rockero, allá tenía una banda.

Recuerda el 2017, cuando cerró allá su negocio, como un "año terrible". El día a día era "insufrible". De hecho, afirma que "solo me sentía bien cuando no salía de casa".  "Tenía miedo de salir con el coche y tenía que andar a pie, pero aun así tenía miedo a que me robaran, te paraba una moto y te robaba la bolsa de comida".

Su mujer y sus hijos ya habían llegado a la provincia de Ourense, en concreto a A Valenzá (Barbadás) antes que él. Pero él intentó quedarse hasta el final. "Mi hijo mayor se fue hace ocho años, el del medio hace ocho meses y el pequeño hace cuatro. Me quedé solo. Ella –mi mujer– vino hace dos años y al final, tuvo que venir a buscarme a mí", afirma.  Eso sí, reconoce que algún día tendrá que volver: "Allá dejé los carros y la casa". 

Juan M. Santana: “Me atrae la industria agroalimentaria"

Juan Manuel Santana también llegó a Ourense desde Venezuela, aunque en su caso no había lazJuan M. Santanaos familiares con la provincia, sino expectativas de labrarse un futuro. Al otro lado del charco dejó su negocio de granjas avícolas y vio en Ourense mucho potencial en el sector agroalimentario. Su familia era de Canarias,  pero no se lo pensó a la hora de ir a tierras ourensanas. "Conocía la provincia de mis viajes turísticos, había venido en 2005 o 2011, y conocía la zona de Xinzo y veía muchas granjas. Siempre le dije a mi hijos: si tenemos que salir, esta es una buena zona", relata. 

Allá dejó su negocio, sin tiempo a vender. "No pude vender ni creo que pueda hacerlo". La inseguridad iba a más por momentos: "Tuve que pagar rescates, me llegaron a dejar incomunicado hasta que no pagábamos. Hubo que dejar eso. Mi hijo de 22 años se vino primero y ahora trabaja en granjas en A Limia, y hace dos meses llegué yo". 

Ahora toca buscar esa oportunidad que está buscando. Santana considera que el sistema que se siguen las granjas ourensanas es "similar" al que tenía él en Venezuela, en los estados de Cojedes y Miranda. Recuerda los tiempos pasados, hace décadas, cuando "no falta nada" en su país de origen. 

"Yo soy de los que pienso que Chávez jugaba con un petróleo que se le fue de las manos, hacía lo que quería con la chequera en la mano. Hacía lo que le daba la gana. Pero hizo daño, porque mira cómo nos dejó. A ver lo que sucede ahora", relata, muy atento a las novedades que suceden durante esta semana en su país. De momento, dice que "allá ni China ni Ruisa se atreven ahora a hacer negocios, pero Venezuela es un país crudo, está por hacer". 

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