El negocio de la ropa falsa: pingües beneficios pero escaso coste penal

Prendas falsificadas incautadas por la Guardia Civil de Xinzo.
photo_camera Prendas falsificadas incautadas por la Guardia Civil de Xinzo.
El ex imán de Xinzo acumula causas por delitos contra la propiedad industrial

El lucrativo negocio de la ropa falsificada, con Xinzo en el epicentro de la ruta comercial nacional, está reportando un goteo de procesos judiciales al ex imán de Xinzo Mohamed Nouri. Por ahora, peticiones de condena por delitos contra la propiedad industrial sin sentenciar. Está imputado en la operación Laika, que se saldó con un centenar de detenciones en 2013,  asunto por el que la fiscalía le reclama cinco meses de prisión aunque los letrados de las marcas tiraron hacia arriba al ver blanqueo de capitales.

Pero tiene procedimientos pendientes por otras aprehensiones, tal como confirmó ayer Tomás Andrade, el abogado que representa los intereses de Ralph Lauren en un  procedimiento de 2015 relativo a la incautación de polos y pantalones deportivos en una carretera local de A Limia. Por este asunto, que ayer quedó pospuesto para octubre porque no compareció Nouri ni los peritos, la acusación pública y particular reclaman un año de prisión. Las prendas decomisadas el 27 de febrero de 2015 le hubieran reportado, según la fiscal, algo más de 26.000 euros.

La furgoneta a la que la Guardia Civil le dio el alto transportaba 341 chándales  Adidas, 50 pantalones deportivos de la misma marca, 400 polos Lacoste, otros 400 Ralph Lauren así como dos sudaderas Vans y seis polos Emporio Armani. No se trataba de burdas falsificaciones sino de imitaciones “premium” que habían sido confeccionadas en Portugal.  “La mercancía es de buena calidad y no se puede diferenciar de los originales a simple vista e inducen a confusión porque el consumidor puede creer que es una prenda auténtica”, asegura Andrade.

Más encausados

Precisamente, en este proceso también está encausado el ciudadano luso José Augusto Pereira, acusado de facilitar al exlíder espiritual de la comunidad musulmana en Xinzo la mercancía, depositada en un local de almacenaje en Portugal. Este país está considerado el paraíso de las falsificaciones desde hace años, al abrigo de su importante industria textil y los talleres familiares dedicados a la confección. En este lucrativo negocio, en el que toman parte personas de un lado y otro de la frontera, también hay bandas organizadas. En la operación Laika, así lo contemplaron los agentes de la Policía Nacional que intervinieron pero no así la fiscalía a la hora de armar su escrito de acusación.

La Guardia Civil, precisamente por esta razón, establece controles rutinarios de tráfico en las vías que comunican la provincia con el país vecino a altas horas de la madrugada. Antes de la pandemia, los agentes del destacamento de Verín llegaron a incautarse de prendas valoradas en más de medio millón de euros al año. Alguna de la ropa que se confecciona y comercializa sin control de las marcas originales también procede de China y entra, principalmente, dentro de grandes contenedores por los principales puertos (entre ellos Vigo y Lisboa) para luego distribuirse por carretera.


LA OPERACIÓN LAIKA TAMBIÉN PASÓ POR A LIMIA EN 2013


Mohamed Nouri también figura como uno los principales investigados en la operación Laika en la que tomó parte la policía española y portuguesa.  Hubo cerca de 100 detenidos en una operación presentada como el desmantelamiento de la mayor red de falsificación de productos textiles y de calzado en España. En total, se incautaron 235 toneladas de material que habrían generado unos ingresos por valor de 5,5 millones de euros, según valoró entonces el exdirector general de la Policía, Iganacio Cosidó

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