vuelta al cole

Nervios... y a pasarlo bien

<p></p>
photo_camera Los alumnos de 6º B de Primaria ocupan sus pupitres en el colegio Mestre Vide.

La vuelta a las aulas genera sentimientos enfrentados entre los estudiantes. Alexia Rodríguez, alumna del Santo Ángel, define a la perfección el estado anímico que marca el inicio del colegio: "Siento una mezcla de tristeza y felicidad".

Completar la primera jornada de la vuelta al cole era un objetivo compartido este miércoles en muchos hogares ourensanos. La alarma de la hija de Mónica Presas sonaba a las 07,30 de la mañana. "Se levantó con una marcha increíble, desayunó y me pidió que no me olvidase de hacerle las trenzas", contaba Presas, mientras despedía a su hija en la entrada del CEIP Mestre Vide. A las nueve de la mañana sonaba el timbre que marcaría el inicio de un nuevo curso en este centro, un sonido que trataba de superponerse a las animadas conversaciones de padres y alumnos.

Dentro del aula de 6º B reinaba un gran revuelo que traía consigo expectativas para la nueva etapa. "Acabo de ver o horario e xa me decepcionei -comentaba Diego- os luns a primeira hora temos música, e non me gusta". En la otra esquina de la clase, su compañero Hugo sabía lo que significa "fabricar las ganas de volver". ¿Su consuelo?: "Ver de nuevo a los amigos", una ilusión que puede que lo acompañase a la hora de preparar su mochila. "Dentro llevo un estuche, la agenda, un archivador y folios. Bueno, también mi merienda porque soy muy goloso", explicaba.

El inicio del curso escolar también influye en el ritmo diario de las familias. "Mami e papi estaban hoxe un pouco cansados, a verdade", afirmaba Estela. Ella recibía la jornada "con nervios, pero con ganas de ver a todos e pasalo moi ben". Detrás de ella, Carmen explicaba que le había costado madrugar y pensar en aplicarse en su nuevo día a día.

"La pereza que da madrugar", lo más tedioso del inicio del curso. "Lo más esperado", el reencuentro con los compañeros

Una hora más tarde, en el barrio del Couto, el colegio Santo Ángel abría sus puertas con una larga cola de niños y padres aguardando en la acera. Eva Diz, en su papel de madre de tres hijos y ya veterana decía "tomarse con calma este día". Sin embargo, para la pequeña Alexia la jornada presentaba un matiz agridulce: "Estoy contenta, porque la primera semana va a ser todo muy fácil, pero sé que después va a ser mucho más duro". La hija de Mar Valiñas demostraba sus pocas ganas de empezar diciéndole a su hermano: "Thiago, empezamos el rollito. ¿De verdad volvemos otra vez al cole?". Sabela, de 6º de Primaria, compartía su "pereza" a la hora de levantarse y decir adiós a las vacaciones de verano.

Preparar las mochilas se convertía, una vez más, en tarea obligatoria. "El coste los libros y el material suponen un desembolso muy importante y un tanto duro", explicaba Rosa María Santos. Para la hija de Rubén García, la hora de preparar la mochila supuso "toda una alegría, porque de momento para ella es como un juego".

Estampas similares se vivían en otros múltiples centros con el inicio de un nuevo curso escolar para los más de 18.500 escolares de Infantil, Primaria y Educación Especial de la provincia de Ourense. 

Te puede interesar