Niega haber asaltado un domicilio de Carballiño pese a aparecer restos de su ADN

El acusado se enfrenta a 12 años por delitos de robo con violencia, detención ilegal y lesiones tras amordazar y maniatar a la moradora

Un acusado de presuntamente asaltar una vivienda con la ayuda de otras personas después de amordazar y maniatar a la moradora en el concello ourensano de O Carballiño, ha negado haber cometido estos hechos y ha aclarado que desconoce cómo aparecieron restos de ADN suyos en el domicilio.

Los hechos se remontan al 3 de noviembre de 2011, cuando sobre las diez de la mañana, se produjo un brutal asalto a una anciana, que fue amordazada y atada de pies y manos, víctima de un robo. Entonces, los agentes de la Guardia Civil que recogieron vestigios no fueron capaces de identificar a los presuntos autores. Cinco años después, en 2016, saltó una alarma porque uno de aquellos restos de ADN coincidía con el sospechoso.

A preguntas de la acusación en la vista oral celebrada esta mañana en la Audiencia de Ourense, el acusado ha manifestado que "nunca" estuvo en la casa y no se explica "cómo apareció ADN" allí.

El Ministerio Público pide para el encausado 12 años por delitos de robo con violencia, detención ilegal y lesiones al considerar acreditado que, con ayuda de más personas, en concreto una mujer, amordazó a la moradora "con una venda y cinta americana" y cometió un robo, huyendo del lugar tras maniatar a la mujer para evitar que pudiera pedir auxilio.

Además, ha recordado que los ladrones "no solo amordazaron" a la mujer sino que la "intimidaron con atentar contra hijos y sus nietos", en un acto que ha calificado de "desproporcionado" por tratarse de una persona de edad avanzada.

En concreto, agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación han señalado que se encontraron el domicilio "desordenado" y la caja fuerte abierta.

El marido de la víctima, que no se encontraba en ese momento allí, ha explicado que al llegar a la vivienda vio a su esposa amordazada y maniatada a la barra de la cocina, con la boca tapada y que el interior estaba "todo revuelto".

No ha sabido aclarar por qué en un primer momento su mujer manifestó que los ladrones tenían acento extranjero, versión que se contradice con la expuesta en el juicio, y que ha atribuido al shock inicial ya que después aseguró "que eran de aquí".

Los vecinos que prestaron declaración han señalado que tuvieron sospechas. "Vimos que algo pasaba. Llamé Lola, Lola, y vi unas piernas, de alguien que se movía y salió", ha relatado una vecina, quien se ha mostrado convencida de que los asaltantes eran unos "profesionales".

Por su parte, la defensa ha pedido la libre absolución al entender que no han quedado acreditados los hechos además de sostener que no existe "ningún indicio" que demuestre que el acusado estuvo en dicha vivienda.

Así, ha señalado la defensa que "la única prueba o indicio que vincula los hechos es una supuesta aparición de ADN", 6 años después, que apareció en una venda, que no demuestra su presencia en el domicilio al entender que pudo existir "una transferencia".

"No hay prueba ni dónde ni cuándo llegó ese ADN" a la venda y al domicilio, ha sido el argumento empleado.

Asimismo, han pedido que se apliquen las atenuantes de dilaciones indebidas y reparación del daño además de la prescripción de los hechos tras cuestionar la cadena de custodia seguida con las muestras.

"Habría que preguntarse por qué esa venda aparece en el lugar de los hechos, no ubica ni acredita su presencia allí", han esgrimido.

Los peritos señalaron que la mezcla de perfiles genéticos obtenidos se corresponden con los del acusado. 

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