Trabajos para todos los gustos en esta edición del concurso de la Constitución, aunque mientras los más pequeños apuestan por el optimismo, los jóvenes optan por el espíritu crítico.
La Constitución sigue siendo un referente cargado con los colores del optimismo para los más pequeños. Así lo reflejaban los trabajos de los alumnos de Infantil y Primaria en torno al título tres, capítulo primero, "De las Cámaras", en los que nuestra Carta Magna, por ejemplo, es una joven llena de corazones -generosa, vamos-, como la retrataba Candela Báez; o se puede ver un hemiciclo en el que hay "distintas formas de pensar, pero traballando polo mesmo", según asegura Xoel López, o a un grupo de políticos que lo "arranxan todo", no duda en afirmar Jonathan Páramos Mihaela.
Aunque también, en estas edades tan tiernas, empieza a aparecer cierto espíritu crítico, como el de Alex Souto, que plasma en su trabajo un debate en el que, mientras un político promete "baixar os impostos" otro comenta por lo bajo: "Di e di e non cumpre nada".
Una visión menos optimista que era bastante más generalizada en los trabajos presentados por los alumnos de Secundaria, Bachillerato o Formación Profesional, como ejemplifica Antía Sierra con su trabajo "A Constitución, un sueño roto", o Lidia Fernández, que también se pregunta si la Carta Magna es "sueño o realidad".
Son distintas perspectivas de un mismo texto que se acerca a los 40 años de vida y al que niños y jóvenes ourensanos retrataron con los ojos de este 2015.
