El concello de Nogueira de Ramuín está bajo alerta. Dos hombres, equipados con un uniforme y una furgoneta blanca, llevan semanas recorriendo el pueblo haciéndose pasar por técnicos del gas para tratar de estafar a los vecinos.
Su modus operandi consiste en fichar viviendas en las que, preferiblemente, residan personas de edad avanzada. Una vez elegidas, acuden con la furgoneta y uno de ellos se baja para hablar con la potencial víctima. Les anuncian que deben hacer una revisión o reparación, “les mienten y les dicen que su compañía eléctrica les había llamado por la mañana para avisar pero que nadie contestó el teléfono”, explica Manuel Pereira, concejal de Ciudadanía. Una vez que acceden, ambos entran y fingen que están trabajando.
Cuando acaban, emiten una falsa factura de 200 euros para que les paguen en efectivo y al momento.
Por el momento, ya lograron timar a dos personas en Nogueira de Ramuín y a otras dos en aldeas cercanas a Esgos. “Además de obtener dinero con las facturas, en algunas viviendas aprovechaban momentos de distracción para robar más dinero u otros objetos”, señala Pereira. Por ejemplo, en una de las casas en las que lograron entrar, extrajeron un bote con billetes que la víctima tenía a la vista en una estantería.
Para tratar de frenar el impacto de estas estafas, desde el Concello emitieron un bando y lo distribuyeron por toda la localidad. Por el momento, solo les consta que es un hombre joven -el que interactúa con las víctimas- y otro de mayor edad a la que poca gente pudo verle la cara.
De la estafa del Catastro al falso pariente sin dinero
Las estafas de falsos profesionales no son algo nuevo en la provincia de Ourense. Hay otros timos comunes como los falsos técnicos de la Xunta que “detectan problemas” en el Catastro. Piden a sus víctimas los recibos y se comprometen a subsanar los errores, por ello les piden hasta 200 euros.
Otro timo que surge cada cierto tiempo es “el timo del pariente”. Buscan a una víctima que tenga un familiar en el extranjero y se hacen pasar por un pariente o un conocido suyo. Después le dicen, en unos casos, que está en apuros y precisa de dinero, que aseguran que devolverán más tarde.
