La nómina del paro baja casi a la mitad respecto a la crisis

En abril el coste fue de 8,1 millones, mientras que el récord se batió en febrero del 2012, con 15,6

El pago de la nómina del desempleo en la provincia exige menos esfuerzo a las arcas públicas que cuando la crisis, pero aún así supone más de ocho millones de euros al mes. Así se desprende de los números que maneja el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). La estadística de abril —última disponible— certifica que el abono de las prestaciones ha supuesto 8,1 millones de euros, ligeramente por encima de los ocho millones del mes anterior, pero supone 725.000 euros más de lo que se abonaba en abril del año pasado.

Solo en los cuatro primeros meses de este año el importe ascendió a 33,5 millones de euros y durante todo el ejercicio pasado la cifra ascendió a 88,9 millones de euros. Es decir, a título comparativo, supera al presupuesto de la Diputación para este año (82,7 millones), aunque se queda por debajo del último manejado por el Concello de Ourense —el del 2014—, que ascendió a 103,8 millones de euros.

En todo caso, pese a ser una cifra importante, la mejoría económica también se deja notar en el coste de las prestaciones. Efectivamente, ha salido gente del paro y por lo tanto el coste disminuye, pero también el ahorro se puede producir por el agotamiento del periodo de prestación. Sea como fuere, en los años duros de la crisis, especialmente entre los ejercicios de 2012 y 2013 la nómina a los parados importaba casi el doble de la cifra actual.

El record se batió en febrero del año 2012, en plena ola de despidos y cierres de empresas como consecuencia de la crisis originada en el 2008. Entonces el desempleo afectaba en la provincia a unas 30.000 personas y tenían derecho a cobrar la prestación 18.129 personas. En el citado mes se abonaron 15,6 millones de euros.

Por el contrario, cuando menos esfuerzo tuvo que hacer el sistema público para abonar las prestaciones de desempleo fue en junio del 2018, en la fase expansiva de la economía después de la crisis, con 6,7 millones que cobraron 9.096 parados.

Hay una diferencia sustantiva entre el número de inscritos en los registros públicos como demandantes de empleo y los trabajadores que tienen derecho a cobrar el paro. El ejemplo más reciente es el del mes de abril: de los 19.018 parados computados por el SEPE en la provincia, 10.110 cobraban el paro; es decir, la tasa de cobertura fue del 53,1% del total.


Modalidades


No todos los parados cobran la misma cantidad. El sistema identifica las siguientes modalidades: prestación contributiva, subsidio por desempleo, renta agraria, subsidio agrario, renta activa de inserción y programa de activació para el Empleo.

El primero de los epígrafes ha supuesto el abono de 4,7 millones de euros a los 3.951 que acreditan derechos para su percepción. El subsidio beneficio a 5.344 parados en abril, con un coste de tres millones de euros. El tercero de los apartados, la renta activa de inserción se destina a 815 personas y supuso un coste de 351.000 euros. En función de la cotización un trabajador que pierde su empleo recibe una cantidad de dinero. En este caso, según los datos del SEPE los parados ourensanos están entre los que menos cobran de España, al lado de los extremeños, con cantidades que se sitúan en torno a los 700 euros mensuales. 


La mayor parte de los beneficiarios supera los 60 años


La edad dificulta el acceso al mercado laboral y cronifica situaciones donde está más cerca la ilusión por jubilarse que el interés por engancharse al empleo. Según los datos oficiales del SEPE correspondientes al mes de abril, el mayor número de beneficiarios de prestaciones por desempleo se produce en el grupo de edad que está por encima de los 60 años. Así, de los 10.110 ourensanos inscritos en el SEPE 2.039 habían cumplido la citada edad. No se descarta que en este tramo se sitúen aquellos trabajadores que tienen situación de prejubilados. No es ningún secreto que muchos pactos para poner fin a la carrera laboral incluyan antes el desempleo antes de los 65 años reglamentarios.

La pirámide de los parados con derecho a cobrar prestación en la provincia se va ensanchando desde los inicios de la edad laboral. De los 10.110 parados de abril 16 tenían derecho a paro entre los 16 y los 19 años. En el siguiente tramo, entre los 20 y los 24 años , se contabilizaron 295 personas, mientras que la cifra ascendió a 671 entre los 25 y los 29 años. La trayectoria creciente se sigue evidenciando entre los 30 y los 34 años, con 905 beneficiarios de desempleo. Entre los y los 39 años la cifra supera ya el millar (1.040), mientras que sube hasta los 1.197 entre los 50 y los 54 años. Entre 55 y 59 años se contabilizan 1.785 desempleados cobrando prestación.  

Por lo que respecta a las tasas de cobertura, el SEPE certifica que en enero alcanzó el  61,6% de los parados, mientras que en febrero fue de  61% y  en marzo, el 58,4%.

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