La Confederación Empresarial de Ourense (CEO) celebró esta semana su asamblea general, telemática debido a la situación sanitaria, y en ella aprobó sus cuentas de 2019 por 119 votos a favor, 6 en contra y 1 abstención, y el presupuesto para 2020 por unanimidad (no facilitan el montante), con unos recursos mermados por la crisis, como reconoce su presidenta, Marisol Novoa: "Cada año recibimos menos presupuesto para la formación, lo cual lleva pasando desde 2013, y también bajaron las cuotas de asociados, pero los gastos son los mismos y también mantenemos al mismo personal que hace siete años, con unos ingresos que se han reducido más del 50%".
"Llevamos casi cinco años sin gobierno en la ciudad de Ourense, y es un lujo que no nos podemos permitir", destaca la presidenta
En la reunión también se aprobaron, para el código ético de la CEO creado en 2013, los complementos necesarios para que sea aplicable: un reglamento de faltas sancionables, estableciendo el nivel de gravedad de cada una de ellas, y una Comisión de Régimen Interno formada por 10 miembros que se encargarán de velar por el cumplimiento del código y sancionar "comportamientos contrarios a la ética y la moral". Se perseguirán, añade Novoa, "conductas que atenten contra la CEO o desprestigien la imagen de la institución, además de sancionar a los miembros que lleven a cabo delitos con sentencia firme". El reglamento ya había sido aprobado tanto en Comité Ejecutivo el 27 de julio como en la reunión de la Junta Directiva del 29 de julio, y ahora se instaura de forma definitiva tras la asamblea general.
Para paliar las consecuencias económicas de la pandemia, Novoa llama a "aprovechar los fondos de la UE y dar un revulsivo a la economía eximiendo de pago de impuestos o cuotas a la Seguridad Social, abriendo líneas de financiación a coste cero… Las ayudas tienen que ser proporcionales a los daños para cada sector".
"Las grandes empresas cuentan con canales de financiación y reservas que no tienen las pymes", lamenta Novoa: "Además, hay muchas actividades que se han quedado fuera de los ERTE".
"Parecía que nos recuperábamos un poco con la desescalada pero se ha producido un estancamiento y sectores como el turismo han recaído de nuevo. Lo vemos en la propia ciudad, con un confinamiento creciente, el cierre de bares…", destaca la presidenta de la CEO, que también ha valorado la actual situación política de la ciudad: "Urge la necesidad de formar un gobierno sólido que empiece a dar solución a temas pendientes como el PXOM, que afecta a la construcción al no poder acometerse ninguna obra, y como eso muchas otras cosas. Llevamos casi cinco años sin gobierno, y es un lujo que no nos podemos permitir".
Novoa considera que la CEO ha ganado importancia a raíz de la pandemia "porque las empresas necesitan de nuestro apoyo más que nunca. Durante el estado de alarma se aprobaban durante el fin de semana decretos que entraban en vigor el lunes, y muchos dueños de locales no sabían un domingo a la noche si podrían abrir al día siguiente. Hemos llegado a trabajar casi las 24 horas del día".
