Nueva condena por ejercer de enfermero sin titulación en una piscina madrileña

Santiago Blanco, en un juicio en la Audiencia. (XESÚS FARIÑAS)
photo_camera Santiago Blanco, en un juicio en la Audiencia. (XESÚS FARIÑAS)
Un aviso anónimo destapó el engaño, aunque ejerció una semana

Santiago Blanco (34 años) ejerció de enfermero en una piscina de la urbanización del Parque de Tebas, en el ayuntamiento de Humanes (Madrid), durante una semana. Esa actividad le acaba de costar una condena de seis meses de cárcel por intrusismo profesional por parte del Juzgado Penal 3 de Móstoles. El inculpado no tiene título universitario que acredite que ha estudiado Enfermería.

Por esta razón, para conseguir su propósito, aportó documentación falsa: un supuesto certificado de la Universidad de Vigo, con sello oficial y firma del decano, que acreditaba que poseía la titulación requerida para trabajar en ese puesto. De esta forma, consiguió trabajar en la instalación deportiva entre el 22 y el 29 de junio de 2019, cuando saltaron la alarmas (el contrato expiraba el 8 de septiembre). El engaño se destapó cuando la Policía Local de Humanes recibió un aviso anónimo sobre una persona que estaba ejerciendo de enfermero sin titulación. Esta alerta dio paso a una investigación, en la que la Universidad de Vigo confirmó que Blanco nunca había pasado por la Escuela de Enfermería. El acusado no solo no constaba como alumno, sino que nunca había tenido contacto con la Universidad de Vigo. Además, el certificado utilizado no se corresponde con tipo de letra ni el sello del centro. Tan siquiera la firma de la directora. Incluso se presentó como enfermero ante uno de los policías que fueron a la piscina a realizar comprobaciones.

Santiago, al igual que hizo en el Penal 2 de Ourense, en donde fue condenado por falsificar el título -en este caso no llegó a ejercer-, justificó su comportamiento en los problemas de salud que padece. Llegó a remontarse a los cuatro años de edad para hablar de sus problemas de conducta y su falta de control. Según dijo, enmendó su conducta a partir de 2019. 

La médica forense que asistió a la vista oral explicó que el trastorno mixto de la personalidad que padece el inculpado, con pobre control de impulsos, “no supone una disminución  de su capacidad intelectiva y volitiva con relación a conocer y actuar conforme a ese conocimiento en las acciones que se le imputan”. Sin olvidar, que, según aseguró, el trastorno “no justifica que se salte la norma”. El pobre control de impulsos se refleja cuando se hace algo sin pensar muy rápidamente. “El falsificar un documento o hacerse pasar por otra persona no es un acto impulsivo, dado que tendría un objetivo y la creencia de que va a obtener un beneficio, lo hace y no le importa”, asegura el juez. 

La sentencia le impone le pena mínima de seis meses y un día de cárcel así como multa (1.086 euros) por “la escasa relevancia de la conducta, la escasa duración y la falta del perjuicio ocasionado”. 

Blanco, que tiene otro juicio pendiente a finales de este año en Madrid por intentar trabajar en un geriátrico, fue condenado en 2017 a cuatro años de prisión por provocar 16 incendios. Confesó ante la Audiencia Provincial de Ourense la autoría de los fuegos acaecidos en 2015 y 2016. Sin embargo, solo cumplió un año de prisión y obtuvo la libertad en septiembre de 2017 tras admitir la culpabilidad de los hechos. Aceptó la condena de prisión y cinco años más de libertad vigilada, con el fin de garantizar que fuese sometido a tratamiento para controlar su trastorno mixto de personalidad.

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