Los socialistas de Ourense siguen defendiendo la propuesta de 2011, mientras que alcalde y Xunta temen una "paralización"
El cambio de Gobierno en España ha desatado la primera de las dudas que afecta a la considerada una de las inversiones más importantes, si no la que más, a la que se enfrenta la ciudad en los próximos años: la estación intermodal, que aglutinará en el mismo espacio las estaciones de tren y autobús, para aprovechar la llegada del AVE a Ourense.
Cuando las administraciones trabajan a contrarreloj para cumplir unos plazos de llegada de la alta velocidad muy ajustados –finales de 2019–, la idea siempre defendida por el PSOE para la estación intermodal ha vuelto a salir a la luz, algo que crea inquietudes en las administraciones que dirige el PP,
El PSOE ha ejercido de azote durante los últimos años contra el proyecto aprobado en 2016, que desde el grupo municipal han calificado de "pendello" y simple "apeadeiro", considerando que no sigue la línea del proyecto de Norman Foster ganador del concurso de 2011.
Esto pasaría por dar luz al proyecto de estación elaborado inicialmente por el arquitecto Norman Foster, y no el actual, con el PP, tras asegurar que no garantiza la intermodalidad real y convierte la estación de Ourense en un apeadero.
Parece que los socialistas están dispuestos a reclamar el proyecto original. Por ello, este mismo jueves ya han organizado una mesa informativa con los vecinos de A Ponte para debatir el futuro.
"Nuestra posición sigue siendo la misma. Entendemos que el proyecto de 2011 es infinitamente mejor que el que maneja el PP. Y por eso vamos a defender lo mejor para la ciudad", aseguraba ayer el portavoz del grupo municipal socialista, José Ángel Vázquez Barquero.
El posible replanteamiento de ese proyecto de 2011 que parecía totalmente descartado parece que no ha gustado ni en el Concello de Ourense ni en la Consellería de Infraestruturas e Vivenda de la Xunta de Galicia.
El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, señalaba ayer que desde el Concello "non imos consentir" que Ourense pierda una inversión de 150 millones de euros "co pretexto de intentar modificar o proxecto".
Desde la Xunta también incidían en la misma línea. "Se hai novos retrasos ou se paraliza algunha peza da intermodal de Ourense, será o partido que o está a pedir o que teña que explicarllo aos ourensáns", afirmaron.
El proyecto aprobado, y cuyas obras podrían empezar este mismo verano en lo que a la estación de autobuses y el parking subterráneo se refiere, no ha recibido críticas solo desde el mundo político durante los últimos meses.
El pasado mes de marzo, el Colegio de Arquitectos de Ourense, que preside Alberto de Paula, se volvió a posicionar en contra, señalando que la infraestructura era "inadecuada" para la ciudad y que no cumple los fines que persigue, aludiendo a que no se incorporaban las alegaciones planteadas por los arquitectos.
Por su parte, el equipo Foster&Partners explicaba el año pasado en la presentación del proyecto definitivo, que se trataba de una "redimensión" tras el descarte del proyecto ganador del concurso de 2011,pero que estaba "a la altura de una infraestructura que marcará los próximos 100 años de la ciudad".
Desde la Xunta siguen defendiendo que la de 2011 no deja de ser una "maqueta" que se descartó porque era "inviable".
