El proceso judicial iniciado en el año 2006 contre el hoy delegado de la Xunta, Rogelio Martínez, por malversación de fondos procedentes de la UE sigue con su suma y sigue de atrancos.
Una de las dos acusaciones personadas, BNG, que acaba de presentar su escrito de acusación, teme una nueva demora para que Martínez se siente en el banquillo de los acusados ya que en el auto del Juzgado de Ribadavia de 3 de octubre, por el que se da por concluida la instrucción penal y se procesa a 11 imputados en las diligencias previas, se incluye a uno que ni tan siquiera declaró como tal a lo largo de este dilatado proceso y, por tanto, no se le dio traslado de la denuncia en su contra. Se trata de Alfredo Lázaro Gutiérrez, quien en octubre de 1999 presentó una solicitud de ayuda dirigida al grupo de acción local Ceivam, que presidía Rogelio Martínez como alcalde de Arnoia, para la obtención de una subvención enmarcada en la iniciativa comunitaria para desarrollo rural Leader II con objeto de construir un taller artesanal de cerámica. Este proyecto, para el cual obtuvo financiación, no se ajustó íntegramente a las certificaciones de obras firmadas por otro de los imputados, el ingeniero Miguel Reza: una partida de afirmado y pavimentación de parcela por importe de 263.502 euros.
Lázaro Gutiérrez nunca designó abogado ni tuvo presencia activa en la fase instructora, por lo que los letrados defensores de los otros 10 acusados pueden aprovechar esta circunstancia para reclamar en su día la nulidad del juicio si es que el juez instructor, José Luis Deaño, no aprecia este error y lo corrige.
Lázaro Gutiérrez nunca designó abogado ni tuvo presencia activa en la fase instructora, por lo que los letrados defensores de los otros 10 acusados pueden aprovechar esta circunstancia para reclamar en su día la nulidad del juicio si es que el juez instructor, José Luis Deaño, no aprecia este error y lo corrige.
