Los jabalíes recorrían este lunes la rúa Alejandro Pedrosa de O Vinteún. Con nocturnidad y alevosía, desfilaban por esta calle del barrio ourensano, de arriba a abajo y de abajo a arriba, despertando la curiosidad de unos vecinos y el miedo de otros.
Con cada aparición, estos mamíferos amplían su mapa de influencia en la ciudad de Ourense, con barrios, como el de Covadonga, que ya conocen al dedillo sin que nadie les tosa.
Por el momento, las soluciones propuestas, como la creación de jaulas, no han sido eficaces para atajar la expansión del jabalí en la ciudad de Ourense y sus alrededores. Mientras, los cazadores defienden la práctica de la caza como medida para controlar la población de este mamífero, que ya se ha internado, incluso, en pleno Parque de San Lázaro, en el corazón de la ciudad.
También los alcaldes del área metropolitana de la ciudad reclaman medidas urgentes, como recogió La Región. Esta es una cuestión a tratar no solo en Ourense: estos animales se han beneficiado de una expansión sin precedentes también al otro lado del Océano Atlántico.
El abandono del monte y los espacios rurales ayuda a explicar esta incipiente problemática, para la que las soluciones llegan a cuentagotas.
