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Los nuevos usos para la vía férrea, sin fecha en la ciudad

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photo_camera Recreación del proyecto de senda verde de Vigo en el antiguo corredor ferroviario.

Se barajaron alternativas como crear un tranvía desde Santa Cruz a San Cibrao o una gran zona verde. Por ahora, toca esperar, al menos a 2025

Una de las grandes esperanzas de la ciudad de Ourense con la infraestructura del AVE está en el corredor ferroviario que cruza el municipio, actualmente una barrera para muchos barrios pero que, según el proyecto, debería ser liberado una vez que se construyan los tramos entre Taboadela y la estación de Ourense, la denominada variante exterior, y que permitiría acometer una serie de iniciativas para aprovechar la actual infraestructura.

Es precisamente lo que está sucediendo ya en concellos como Vigo o Santiago, que tras ver como en años anteriores se completaba la ejecución del nuevo trazado para los trenes de alta velocidad, que en la ciudad olívica, por ejemplo, llega bajo tierra durante varios kilómetros, tienen ya entre manos proyectos para las vías en desuso.

Hace unas semanas, el alcalde vigués, Abel Caballero, anunciaba la inminente firma del convenio con Adif para, por un canon simbólico anual de 3.000 euros, conseguir la cesión de las vías.

"Hoy mismo nos ponemos a redactar el proyecto de la nueva Vía Verde", decía el regidor olívico en su comparecencia para anunciar el convenio. El proyecto que el Concello de Vigo tiene entre manos contempla habilitar una zona de encuentro para peatones y bicicletas de cuatro kilómetros, que el Concello de Redondela prevé continuar en su término municipal, lo que generará un gran espacio de ocio para los vecinos.

Esa posibilidad no se atisba, sin embargo, próxima en Ourense, ya que Adif tiene previsto invertir 103 millones de euros para adaptar el trazado ferroviario a los nuevos trenes al no haberse movido todavía ni una piedra de la variante exterior.

En su momento, una vez descartado el soterramiento de las vías desde Seixalbo por razones económicas, se entendió que era imprescindible liberar al entramado urbano del tráfico ferroviario para que la sutura entre barrios cicatrizase. Se barajaron alternativas como crear un tranvía desde Santa Cruz a San Cibrao o una gran zona verde. Por ahora, toca esperar, al menos a 2025. 

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