La Confederación Hidrográfica abrirá dos expedientes para determinar las causas del derrame de residuos fecales

Dos nuevos vertidos en el aliviadero de A Ponte y en Vistahermosa ensucian el Miño

Vertido procedente del aliviadero del Puente del Milenio.
El río Miño sufrió ayer un importante vertido en su caudal, y fue por partida doble. Ambos derrames, detectados por los vecinos de la zona desde temprana hora de ayer. Y aunque no representan mortandad para la fauna, el fétido olor y el cariz que tomó el agua alertó a las autoridades para investigar las causas.
El primero fue detectado en el colector del regato de Vistahermosa, a la altura del nuevo acceso centro. La causa, una tubería rota.

Según explicó el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, tras reunirse con los responsables de Aquagest, la rotura se debió a la gran cantidad de peso que existe sobre una tubería que discurre por debajo de un área verde del acceso centro. Esta obra fue construida por una empresa privada y financiada por el Ministerio de Fomento, por lo tanto, según Espinosa, 'pediremos explicaciones al ministerio sobre este error de construcción, pues la responsabilidad no es municipal'.

Los fallos en esta sección de tuberías ya fueron detectados por el Concello la pasada primavera, sin embargo, no fue hasta ahora cuando el vertido, compuesto de aguas fluviales y fecales, se hizo presente.

Desde el Concello, aseguran que subsanarán esta avería de saneamiento antes de que concluya este mes. El método utilizado será el reemplazamiento del tramo roto, por medio de dos arquetas paralelas a la tubería actual.

El segundo vertido, al que el concejal de Medio Ambiente le restó importancia, se detectó en el aliviadero del Puente del Milenio. Según Espinosa, el vertido corresponde 'simplemente' a una suelta 'puntual y controlada' de aguas fluviales, sin resultar tóxicas, realizada por la empresa Aquagest, como parte de su programa de mantenimiento y limpieza de las tuberías.

A ambos vertidos, se desplazaron técnicos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y de Aquagest para tomar muestras del material derramado. De hecho, desde la Confederación aseguraron que abrirán sendos expedientes para determinar las causas y responsabilidades por los posibles daños.

El de ayer es el cuarto vertido de relevancia en la ciudad, desde el 24 de julio pasado, cuando el Barbaña se vió afectadado por elementos altamente tóxicos que provocaron la mortandad de 17.000 peces. Más recientemente, en enero, se detectó una sospechosa espuma en el cauce del Barbaña, cuyo seguimiento acabó llevando a la depuradora de San Cibrao.

Además, el 8 de marzo, el Barbaña volvió a verse afectado por un vertido de naturaleza espumoso, que no advirtió mortandad.

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