Oliver tenía claro que quería filmar en fuegos reales. Queríamos montar una brigada propia, así que nos facilitaron los contactos de los distritos en los que hay más fuegos. La condición fue pasar las mismas pruebas que ellos". Habla Andrea Vázquez, del equipo de producción de "O que arde", el largometraje de Oliver Laxe que hizo historia, en gallego, en Cannes. Le contesta Xan Martínez, brigadista: "Son gente muy brava".
Los voluntarios del Ourense Film Festival escribieron muy rápido el cartel de "Entradas agotadas" en los dos pases de la película. En media hora volaron los tickets para ver a la que muchos dan por ganadora del festival. Como mínimo, Laxe contará con el premio del público que aplaudió en las salas del Ponte Vella. Mañana se proyectan en el Teatro Principal las galardonadas de esta vigésimo cuarta edición. Si "O que arde" está, más de un centenar de brigadistas promete estar. Y si no, el 11 de octubre–se estrena en cines–, llenarán las salas. El distrito XII Miño-Arnoia, que comprende las demarcaciones de Allariz-Maceda, Ourense y Terra de Celanova fue la pieza clave de la documentación de "O que arde". Tres pasos atrás, Laxe y su equipo filmaron en 16 milímetros los fuegos forestales que asolaron Galicia hace dos años.
“Siempre hay complicaciones"
Xan Martínez es bombero-conductor. Fue el coordinador del equipo de "O que arde". "Contactaron con nosotros, el Distrito XII, y tenían claro que querían imágenes de fuegos espectaculares, comprometidos. Pasaron las mismas pruebas físicas que nosotros para ser brigadistas. Se basan en conseguir pocas pulsaciones en esfuerzo, para que te canses menos e inhales menos humo. A partir de ahí, aprendieron los principales protocolos de seguridad. Como cualquier bombero forestal". ¿Complicaciones? "Un fuego siempre se complica".
"El miedo siempre está ahí. Siempre fuimos tres pasos atrás La circunstancia más especial es que la película está rodada en 16 milímetros, en celuloide. Estuvimos dos años con ellos y el primero fue solo para aprender a movernos con la cámara", cuenta Andrea Vázquez.
“Estaban al límite"
"Son gente muy brava. Había momentos en los que estaban en el límite de capacidad del equipo de protección. Incluso se les llegó a inflamar. A mí me parecía que la cámara les iba a saltar por los aires. Son gente que estaba físicamente muy bien, subían pendientes sin puto problema. Y aparte muy divertidos", cuenta el brigadista.
Miramemira, 4A4 Productions, Kowalski Films, Tarantula forman parte de la producción de la película, que distribuye Numax. Andrea Vázquez, una de las productoras, cuenta que para el equipo era importante la supervisión de los brigadistas. "Les enseñamos muchas partes del guión, era importante que la mirada del fuego fuese documental. El corte final fue supervisado por ellos", cuenta.
Sin protagonistas
Xan Martínez siente representado el trabajo de los brigadistas anónimos. “Sin personalismos. Es una película impactante que huye de protagonismos. Somos un eslabón más del rural". Y es que no es una película de incendios. Oliver Laxe llamó en una entrevista a la película "un conto do rural".
"El fuego atrapa mucho visualmente, por eso lo mezcla tan bien. Sino, se comería la sensibilidad del rural, el objetivo de la película", explica el brigadista. Anota algo al espectador: que se fije en los sonidos y en los silencios. "Ni tan siquiera hay que estar metido en el rural para entenderlo. Hay que fomentar este tipo de cine. Porque va a quedar en la retina de las siguientes generaciones. Es la esencia nuestra. No se puede perder. Las próximas generaciones no sabrán que las vacas dan leche".
