OURENSE

El Obispado: ‘La diócesis no amparó adopciones ilegales'

photo_camera Obispado de Ourense (MARTIÑO PINAL)

Explica que el capellán denunciado, muerto hace 30 años, estaba contratado por la Diputación

El Obispado de Ourense ha salido al paso del caso penal abierto en torno a una supuesta adopción ilegal en 1972 en el antiguo Hospital Provincial, que gestionaba la Diputación y en donde el capellán, ya fallecido, Arturo Iglesias, supuestamente ejercía de intermediario para facilitar recién nacidos a cambio de dinero. En una nota remitida ayer, el Obispado se desmarca por completo de las posibles irregularidades en el Hospital, que fueron trasladadas en forma de querella por Jaime Vilardell Prats al Juzgado de Instrucción 2 al hallar unas cartas de las que se deduce que fue entregado en adopción a cambio de dinero en agosto de 1972. La curia episcopal ourensana aclara que "las gestiones realizadas por aquel entonces, tanto por él -en alusión al capellán- como por las religiosas y el equipo médico son totalmente ajenas al Obispado de Ourense". Y puntualiza: "Don Arturo Iglesias, fallecido hace más de 30 años, no era un representante del Obispado en el Hospital; desempeñaba el cargo de capellán en el Hospital Provincial con un contrato con la Diputación provincial". De hecho, enfatiza que "el Obispado de Ourense nada tiene que ver con la gestión y administación del citado hospital".

Ante las declaraciones de Vilardell para La Región, asegurando que "en Ourense se comercializaba con bebés con el auspicio de la Iglesia", el Obispado replica que "la Diócesis de Ourense jamás ha amparado ningún tipo de irregularidad en procesos de adopción, ni mucho menos auspiciado el comercio de bebés".

La querella presentada por Vilardell Prats en enero de este año por los delitos de detención ilegal, falsedad documental y adopción ilegal y que fue admitida a a trámite desembocó en un proceso penal que recayó en el Juzgado de Instrucción 2. El denunciante, quien siempre vivió en Barcelona, halló, tras la muerte de su madre adoptiva, unas cartas en las que el capellán del Hospital Provincial agradecía la entrega de diversas cantidades de dinero. Incluso encontró un recibo en el que se reflejan los gastos del parto de su madre biológica.

De esas misivas se deduce que Arturo Iglesias eludía los procedimientos legales de la guarda y acogimiento con la finalidad de establecer una relación análoga a la de la filiación a favor del matrimonio catalán, que no tenía ningún vínculo con Ourense y que adoptó al denunciante.

Este último, en el mes de julio, a través de su letrado, pidió al juez instructor el interrogatorio en calidad de testigos de los representantes legales del Obispado y la Diputación, un diligencia que aún está pendiente.

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